Martina Vázquez, nutricionista: "Aunque el edulcorante no tenga calorías, el cerebro reacciona como si tomara azúcar"
Este proceso está estudiado por la Universidad de Harvard y se conoce como liberación de insulina en fase cefálica
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Siempre existe una duda si los edulcorantes son mejores que la azúcar. Es un debate existente en el que muchas personas participan sin llegar a conclusiones. En esta ocasión, la nutricionista Martina Vázquez presenta otra cuestión y es que dice que aunque el edulcorante no tiene calorias, el cerebro reacciona igual que si tomase azúcar.
Casi todas las personas que dejan de consumir azúcar, automáticamente pasan a echar edulcorante en el café diariamente. Esto lo hacen para seguir manteniendo la sensación de dulce. Este aunque no lleve la glucosa en sangre, es cierto que el cerebro lo interpreta como afirmativo y le manda una señal al pancreas en la que índica que saque un poco de insulina.
Este estimulo dulce activa la conexión del cerebro con el páncreas y hace que el cuerpo libere insulina anticipadamente. Lo más sorprendente es que no ha llevado calorías reales. En estudios de Harvard se confirma este fenomeno, en concreto en la revista Nature Neuroscience. A este proceso se le conoce como liberación de insulina en fase cefálica.
Se trata de una respuesta que sucede solo cuando se entra en contacto con el sabor dulce, aunque no tiene que haber presencia de azúcar necesariamente.
Una de las recomendaciones que hacen los nutricionistas es reeducar el paladar. Esto se puede llevar a cabo reduciendo poco a poco los edulcorantes hasta que el cuerpo vuelva a reconocer el sabor natural de los alimentos, como pasa con la azúcar. Esto es porque, como índica la nutricionista, no solo importa lo que se come, sino que también es importante la interpretación que hace el cerebro.
Cómo son los edulcorantes
Los edulcorantes son sustancias diseñadas para aportar sabor dulce a los alimentos y bebidas, ya sea sustituyendo total o parcialmente al azúcar tradicional. Su uso se ha vuelto cada vez más común en la industria alimentaria debido al creciente interés por reducir la ingesta calórica, controlar el peso y disminuir el consumo de azúcar añadido, un factor asociado a diversos problemas de salud como la obesidad, la diabetes tipo 2 y las caries dentales.
En términos generales, los edulcorantes se dividen en dos grandes categorías: nutritivos y no nutritivos. Los edulcorantes nutritivos, como el sorbitol, el xilitol, el manitol o el eritritol, proporcionan dulzor pero también cierta cantidad de energía. Aun así, su aporte calórico suele ser menor que el del azúcar y además tienen un efecto menos pronunciado sobre los niveles de glucosa en sangre, lo que los hace útiles para personas con necesidades específicas de control glucémico. Algunos de ellos, especialmente los polioles como el xilitol, incluso se emplean en productos dentales debido a su capacidad para reducir el riesgo de caries.
Por otro lado, los edulcorantes no nutritivos —como la sacarina, el aspartamo, la sucralosa, el acesulfame K o la estevia purificada— destacan por su extraordinario poder endulzante. Muchos de ellos pueden ser cientos o miles de veces más dulces que el azúcar, lo que permite utilizarlos en cantidades muy pequeñas y con un aporte calórico prácticamente nulo. Estos compuestos han sido ampliamente estudiados por organismos reguladores internacionales, como la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) y la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA). En general, las agencias coinciden en que los edulcorantes aprobados son seguros cuando se consumen dentro de los límites establecidos, conocidos como ingesta diaria admisible (IDA).
Algunas investigaciones han explorado posibles efectos de su consumo prolongado, como cambios en la percepción del dulzor, modificaciones en la microbiota intestinal o impactos en el apetito. Los resultados no siempre son concluyentes, y muchos expertos subrayan que es fundamental contextualizar los hallazgos dentro de la dieta global y los hábitos de vida de cada persona. Como ocurre con cualquier ingrediente alimentario, el uso responsable es clave.
Referencias bibliográficas:
- Vídeo de la nutricionista Martina Vázquez en el que explica por qué el cerebro interpreta que está tomando azúcar, aunque realmente sea edulcorante sin calorías: https://www.tiktok.com/@nutri.vazquez/video/7567020269055790358
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