La Hermandad del Buen Fin, una vez pasada la Semana Santa, ha comenzado con los trabajos previos a la restauración del techo de palio de la Virgen de la Palma, una de las joyas del bordado y considerado el mejor exponente de la última evolución que tuvo el movimiento regionalista en este arte. 

La cofradía del Miércoles Santo ha anunciado que esta semana la pieza será trasladada al taller del bordador Manuel Solano, donde se le realizará una nueva estructura y se solucionarán los problemas de alineado. 

Acabadas estas labores, será llevado al Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH), para que sus profesionales acometan los trabajos de limpieza y restauración, un proceso que durará nueve meses. 

La pieza fue diseñada por Ignacio Gómez Millán en 1930. De estilo neorrenacentista, recrea el techo de un palacio italiano. Combina el bordado (realizado por el taller de Sobrinos de José Caro) y la talla (de Antonio Castillo Lastrucci). 

Está considerado por los expertos como el último eslabón del regionalismo en el bordado de la Semana Santa, una vuelta de tuerca en el que prevalece un claro componente arquitectónico en su configuración.