El pasado domingo, la Hermandad Sacramental de Camas puso en las calles a María Santísima de los Dolores Coronada, una preciosa talla de Juan de Astorga fechada en 1819. La primera procesión durante la pandemia de la Covid-19 en esta localidad del Aljarafe. Esta dolorosa realiza dos procesiones al año; la del Jueves Santo y la del mes de septiembre, con motivo de las fiestas patronales.

En las calles de Camas se hablaba del capote de Juan Ortega en la segunda tarde de un San Miguel histórico, del empate a dos goles entre el Betis y el Espanyol, y del regreso de las procesiones a Sevilla. Con la caída de la noche, la Plaza de la Constitución congregaba a un buen número de cofrades para ver a su Patrona. Muchos de ellos venían de la procesión de la Pastora de Santa Marina, que había salido horas antes en la capital.

La cuadrilla de costaleros se realizó un test de antígenos, así como el equipo de capataces, dando todos ellos negativo. Tanto los integrantes del cortejo como los fieles que acudían a ver la procesión, mantuvieron respeto a las medidas establecidas por la corporación. Mascarillas y distancias. En lo musical, sones de la Banda de Música de la Cruz Roja de Sevilla tras el paso, que en esta ocasión salía sin palio. Lluvia de pétalos, vivas a la Virgen de los Dolores y un ambiente festivo que poco a poco va pareciéndose a la normalidad de siempre.