Se cumplieron los peores pronósticos. La borrasca Óscar será recordada porque por primera vez la lluvia ha suspendido la procesión del Corpus en Sevilla. Hace días se descartó la posibilidad de trasladar la procesión a la tarde o al domingo, cuando también se celebran en Triana o en la Magdalena.

"La organización de esta procesión es difícil porque intervienen muchas instituciones: el Cabildo Catedral, hermandades, colegios profesionales, el ejército”, explicó Joaquín de la Peña, colaborador del Cabildo Catedral. Es la primera vez que la lluvia suspende la procesión desde que se tiene registro histórico. Desde primera hora de la mañana ya apuntaba a que la lluvia iba a deslucir el Corpus. La lluvia retrasó el montaje de los altares o incluso, como en el caso del Amor, tomaron la decisión de girar a la Virgen de las Aguas hacia la ventana de la calle Villegas, que estará especialmente adornada.

La imagen será muy parecida a las celebraciones de la fiesta del Cuerpo de Cristo durante los años de pandemia. Entonces la procesión se hizo en el interior de la Catedral con limitaciones de público. En ambas ocasiones hubo una bendición desde la Puerta de la Asunción. En 2021 hubo procesión claustral y octava, pero sin el baile de los seises.

Sin contar con la paralización de lo cotidiano que supuso el coronavirus para todo el mundo, hay que remontarse a la segunda República para encontrar un Jueves de Corpus sin la custodia de Arfe pisando el romero de las calles. En 1931 el Santísmo fue portado en un ostensorio bajo palio en una pequeña procesión por las gradas altas de la Catedral. Así salió hasta 1934 y sin presencia de miembros del a corporación municipal. En 1935 fue la Custodia chica la que recorrió las gradas altas de la Catedral. Esta vez con representación municipal. En 1936 la procesión fue por las naves catedralicias. Desde 1937 el Corpus no ha variado más de formato, salvo en 2020 y 2021 durante la pandemia.

Como curiosidad, en el año 1973 en lugar de los primeros rayos de la mañana, los niños carráncanos salieron de la Catedral por la tarde. "Un experimento fallido que se descartó inmediatamente y no volvió a repetirse", explicó Joaquín de la Peña.

La tarde de ayer, la de las vísperas y los altares, recordó mucho a las de cualquier día de Semana Santa. Las consultas a las páginas meteorológicas y a las redes sociales y al whatsapp eran continúas y muchos empezaron a intentar recordar si alguna vez habían vivido un Jueves sin la procesión del Corpus que no fuera durante los dos años de pandemia.

Después de los de 2020 y 2021, el del año de 2023 será recordado como el año en el que el Corpus se quedó en la Catedral a causa de la lluvia por la que se están realizando procesiones rogativas en toda Sevilla. En este caso, y aunque la procesión se haya quedado reducida a las últimas naves de la Catedral, el agua caída será considerada como una bendición por muchos. Además, los pasos que forman parte del cortejo permanecerán en la zona del trascoro hasta el próximo lunes para que todos puedan acercarse a verlos y, así, poder apreciar de cerca todos sus detalles y las flores.

La procesión por las últimas naves de la Catedral

La procesión por el interior irá precedida por los niños carráncanos, seguidos del guion de de la Sacramental con dos faroles, , el pendón de San Fernando portado por el comandante militar de Sevilla y Huelva al que acompañan el Jefe Superior de la Policía y el General de la Guardia Civil. Tras ellos, la cruz con los ciriales, religiosos, sacerdotes, seises, la representación de la Real Maestranza, el Cabildo Catedral, y el Santísimo Sacramento portado por el arzobispo de Sevilla bajo palio, los obispos auxiliares, el deán presidente del Cabildo Catedral, las primeras autoridades y las corporaciones municipales y provinciales. 

Las hermandades se situarán formando un pasillo para la adoración al Santísimo Sacramento, recibiendo al final la bendición con Su Divina Majestad.