El Palquillo

El Cristo de los Desamparados del Santo Ángel salió por primera vez en vía crucis

  • El Crucificado de Martínez Montañés presidió este acto piadoso tres años después del anuncio de su salida procesional

El Cristo de los Desamparados en la calle Rioja, con las últimas luces del día.

El Cristo de los Desamparados en la calle Rioja, con las últimas luces del día. / Juan Carlos Muñoz

Frío, mucho frío y muchísimo público. Así se ha desarrollado el vía crucis del Cristo de los Desamparados, una imagen de Montañés que recibe culto en el convento del Santo Ángel. Se trata de una de las citas más esperadas de esta cuaresma, como ha evidenciado la cantidad de personas que desde una hora antes aguardaba su salida en la calle Rioja. Un largo cortejo de fieles con cirio color tiniebla ha precedido las andas en las que se ha podido contemplar, en procesión vertical, este magnífico crucificado, a cuya salida se ha cantado una saeta. Uno de los cultos más solemnes de los que se ha disfrutado en este tiempo de vísperas que ya empieza a acabarse. 

El crucificado del Santo Ángel ha salido por fin a las calles de la ciudad. La lluvia, en 2019, o la pandemia, en 2020 y 2021, impidieron ver al Cristo de los Desamparados presidiendo el rezo de las estaciones del vía crucis por las calles de su feligresía en la noche del sábado previo al Domingo de Pasión. Tres años después, esta talla realizada por el escultor Juan Martínez Montañés en 1617, ha recorrido el entorno próximo al Convento del Santo Ángel, situado en la céntrica calle Rioja.

La imagen iba entronizada sobre las andas cedidas por la Hermandad de Montserrat, que permiten colocar al crucificado en posición vertical. Éstas iban exornadas con un monte de claveles sangre de toro y un friso de lirios morados, e iluminadas por cuatro juegos de guardabrisas con cera color tiniebla, que hasta hace unas décadas iluminaban el paso del Cristo de la Conversión. Impresionante ver su silueta enmarcada en el segundo atardecer de abril.

Un nutrido cortejo de hermanos con cirios precedía al Cristo, que hizo su entrada en el antiguo Convento de San Buenaventura, en la calle Carlos Cañal, así como en la Capilla de Montserrat, en la calle Cristo del Calvario, y en la Real Parroquia de Santa María Magdalena, en la calle San Pablo. Un acto de gran solemnidad que ha contado con la intervención de la Escolanía Salesiana de María Auxiliadora.

La segunda salida en cinco años

Se trata de su segunda salida en lo que llevamos de siglo. En junio de 2017, con motivo del cuarto centenario de su hechura, el Cristo recorrió el centro de la ciudad llegando hasta la Plaza del Salvador, sobre el paso del Cristo de la Salud de San Bernardo, cedido para la ocasión, a las órdenes de los hermanos Villanueva y acompañado musicalmente por la Sociedad Filarmónica de Nuestra Señora de la Oliva de Salteras.

La asociación de fieles, presidida por el prior del convento carmelita, fray Juan Dobado, tenía previsto realizar cada año una procesión en la tarde del Sábado de Pasión, coincidiendo con la estación de penitencia de otras hermandades de vísperas. Se adquirió en propiedad un paso procesional y se anunció el acompañamiento de una banda de música. Finalmente, el marzo de 2019, a un mes de la que sería su primera salida, el arzobispo no autorizó esta procesión e invitó a sustituirla por un vía crucis.

Este nutrido grupo de fieles anhelan la creación de una cofradía que pueda salir por las calles del centro de Sevilla en vísperas de la Semana Santa. La asociación también tiene como titular a la Virgen de la Salud, una Dolorosa atribuida a Juan de Astorga que por el momento no tiene culto externo.

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