La Virgen de la Encarnación volvió a cruzar el dintel de la Parroquia de San Benito Abad, dos años después de haber recorrido Sevilla con motivo del XXV aniversario de su coronación canónica. Después de aquella doble procesión extraordinaria, ida y vuelta a la Catedral, llegaría la pandemia y con ella la suspensión de los cultos externos.

Este sábado tuvo lugar la función del aniversario su coronación, a mediodía, y el rosario vespertino, un día después de haber sido venerada en el presbiterio de la parroquia. El sol se colaba entre los altos edificios de la calle Luis Montoto, pasadas las cinco, cuando la Dolorosa se ponía en la calle portada en andas, precedida por un nutrido cortejo de hermanos con cirio y el cuerpo de acólitos.

Breve recorrido por la calle San Benito para llegar al cercano asilo de las Hermanitas de los Pobres. Quedaba reciente la visita de Nuestro Padre Jesús Gran Poder a este lugar, hace apenas dos meses, cuando la Virgen de la Encarnación se acercaba a sus vecinos de pelo cano, muchos de ellos en silla de ruedas o ayudados por un andador.

La Virgen de la Encarnación de San Benito por los jardines de las Hermanitas de los Pobres

Ternura en los ojos de estos mayores que eran acompañados por las Hermanitas de los Pobres. Durante unos minutos se sucedieron los rezos ante María Santísima, leyéndose los misterios del santo rosario mientras se recorría recinto ajardinado. El coro de campanilleros de San José Obrero iba introduciendo marchas cantadas, Encarnación Coronada entre ellas, mientras las andas avanzaban.

Minutos antes de las siete, la Virgen entraba en el templo que desde hace cien años es sede de esta hermandad con raíces trianeras, de cuya reorganización se cumple un siglo. Próximamente, del 13 al 19 de diciembre, se celebrará en el Círculo Mercantil e Industrial de Sevilla una exposición titulada "100 años en San Benito".