Ángel Gómez Guillén (Sevilla, 1943), canónigo emérito de la Catedral de Sevilla, ha muerto este martes en su domicilio sevillano. Ordenado sacerdote en la capital hispalense el 30 de junio de 1968, era uno de los mayores expertos en liturgia de toda España. Hasta su fallecimiento ha ocupado el cargo de vicerrector de la iglesia colegial del Divino Salvador, templo al que ha estado vinculado desde su nacimiento, era director espiritual de la Hermandad del Amor y colaborador de la delegación diocesana de Medios de Comunicación de la Archidiócesis de Sevilla.

Ha sido precisamente la cofradía del Domingo de Ramos la primera en comunicar su fallecimiento a través de un mensaje en redes sociales, pidiendo a sus hermanos una oración por su alma. Justo después, la hermandad de la Sed dedicaba otro mensaje informando de la muerte de su hermano sacerdote, "muy querido en nuestro barrio de Nervión". El Amparo, donde tantas veces celebró la eucaristía, también le ha dedicado un sentido mensaje de condolencia.

Fue bautizado en la Iglesia Colegial del Divino Salvador por fray Diego de Valencina, delante del Nazareno de Pasión. Era nazareno de su Hermandad del Amor, primero de blanco delante del paso de la Borriquita y años más tarde de negro ruán. En este mismo templo fue ordenado presbítero por el cardenal Bueno Monreal, en 1968, y ejerció como sacerdote adscrito junto al párroco Manuel del Trigo.

Su desempeño al servicio de la Iglesia, según ha destacado el Arzobispado, se ha dejado sentir en numerosos destinos pastorales y responsabilidades en la Curia diocesana. Durante ocho años (1969-1977) fue miembro del equipo sacerdotal de Santa María Magdalena, en Arahal; posteriormente párroco de San Cristóbal Mártir, de Burguillos; y rector de la iglesia del antiguo convento de Santa Clara (hasta enero de 2001); si bien ha sido la iglesia sevillana del Salvador a la que más se le ha vinculado, desde que fuera nombrado, como adscrito, en 1990.

Fue delegado diocesano de Pastoral Litúrgica (1973-2005), formador del Seminario (1984-1991), profesor de Religión (1985-2008) y director del Instituto de Liturgia San Isidoro (1988-2013). En el Cabildo Catedral ha desempeñado las responsabilidades de prefecto de Liturgia, maestro de ceremonias y chantre.

Su dedicación a la comunicación desde la Curia diocesana se concretó con la dirección de la revista Iglesia en Sevilla –popularmente conocida como La hojita diocesana- entre 1990 y 2012, y la colaboración permanente con este semanario hasta el momento de su fallecimiento.

Ángel Gómez Guillén será recordado por su constante disponibilidad para presidir y predicar cultos de hermandades de toda la diócesis, a las que se sentía muy unido como buen cofrade que era desde la cuna, y también de fuera de ella, siendo uno de los mayores expertos en Liturgia de toda España.