Biografía de la Luz: Una lectura mística del Evangelio. Con este título, el de su último ensayo, el sacerdote y escritor Pablo d’Ors pronunciará una conferencia el próximo 17 de mayo a las 21:00 en la Basílica de Nuestro Padre Jesús de Gran Poder, organizada por la Cátedra Marcelo Spínola y la diputación de Formación de la hermandad.

En estos tiempos, más que líquidos, gaseosos, como ha señalado el Papa Francisco, Biografía de la Luz plantea todo un itinerario espiritual para el hombre y la mujer del siglo XXI, tomando como punto de partida, no podía ser de otra manera, el Texto Sagrado.

Pablo d’Ors se graduó en Nueva York. Estudió Filosofía y Teología en Roma, Praga y Viena, especializándose en germanística. En 1991 fue ordenado sacerdote y destinado a Honduras a la misión claretiana. Allí desarrolló una gran labor social y evangelizadora. En Roma 1996, se doctoró, Su tesis se titula Teopoética. Teología de la experiencia literaria.

Cuando regresó a España, trabajó como profesor de Dramaturgia y de Estética Teológica en distintos centros superiores, a su vez compaginaba su trabajo pastoral en un principio como coadjutor parroquial, después como capellán universitario y hospitalario más tarde.

Fundó en 2014 la asociación Amigos del Desierto, tras conocer al jesuita Franz Jalics. La finalidad de la misma era profundizar para luego difundir la dimensión contemplativa de la vida cristiana.

Fue nombrado por designación expresa del papa Francisco Consejero del Pontificio Consejo de la Cultura.

En 2000 comenzó su trayectoria como novelista. Su reconocimiento por el público le llegó tras la publicación de la Trilogía del silencio. Su obra literaria, emparentada entre otros con la de Hermann Hesse y Stefan Zweig, ha sido traducida a las principales lenguas europeas.

Entre su docena de títulos destacan El estupor y la maravilla, Entusiasmo y Biografía del silencio, que se convirtió en un hito en la historia del ensayo español. Su libro más reciente, Biografía de la luz es una relectura imprescindible del legado de Cristo. El evangelio como mapa de la conciencia y como permanente provocación existencial.