Procesiones

La Virgen de Todos los Santos vuelve a reinar en noviembre

  • La talla de Roque de Balduque volvió a salir de Omnium Sanctorum tras año y medio de pandemia

Momentos de la procesión de la Reina de Todos los Santos/ PABLO LASTRUCCI

La Reina de Todos los Santos salió ayer en procesión desde la parroquia de Omnium Sanctorum. Un culto externo con el que se puso el broche a sus cultos anuales del mes de noviembre. Por la mañana, a las 11:00, tuvo lugar la Función Principal de Instituto de esta histórica hermandad sacramental de la calle Feria, presidida por el padre Pedro Juan Álvarez Barrera, arcipreste de Sevilla centro B, párroco de Omnium Sanctorum y Director Espiritual de la corporación. En dicha misa participó la Coral Polifónica Santísimo Cristo de San Agustín. Tras la eucaristía, se celebró la tradicional comida de Hermandad, la convivencia de hermanos por antonomasia.

La talla del imaginero flamenco Roque de Balduque, que data del siglo XVI, estuvo todo el itinerario acompañada por la Banda de Música del Maestro Tejera y su paso dirigido por el capataz Antonio Santiago. La pandemia ha hecho que hayan pasado dos años desde su última salida. Algo que no ocurría desde 2004. En ese caso, por la tan temida lluvia que apareció un 9 de noviembre de 2003. “Pero este año es distinto. Se ha hecho más eterno, y aún estamos en esta encarnizada lucha contra una pandemia que ha hecho estragos en todos nosotros”. Así lo expresa la hermandad en su página web, donde se enumeraban las insignias que llevó la procesión: cruz de guía de madera dorada, bandera de la Escuela Parroquial, bandera de la Mediación, bandera de la Inmaculada Concepción, simpecado de la Virgen y estandarte.

Procesión de la Virgen de Todos los Santos Procesión de la Virgen de Todos los Santos

Procesión de la Virgen de Todos los Santos / José Angel García (Sevilla)

El recorrido que realizó la Reina de Todos los Santos, que lució un manto bordado en oro y flores de seda sobre terciopelo verde realizado por las Hermanas de la Caridad de Cádiz en 1958, le llevó por sus lugares habituales en otoño. Salió de su templo en la Feria, junto a un animado mercado, y continuó por Peris Mencheta, Mata y Belén hacia la Alameda de Hércules. Allí se mezclaron los devotos con los muchos paseantes y clientes de los veladores de la zona. Abandonó el popular bulevar por la calle Calatrava, girando en el Pasaje del Conde de Mejorada y tomando el Pasaje del Marqués de Esquivel hacia Pacheco y Núñez del Prado. Su paso por la calle Bécquer, con la estatua de Joselito El Gallo intuyéndose junto a la Basílica de la Macarena, la devolvió de nuevo a Feria. La recorrió ya de noche y entró de nuevo en su templo, cerrando así una intensa semana cofradiera en Sevilla.

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