El Palquillo

La Abnegación de San Bernardo convoca multitudes a su paso por la Alfalfa

Esta Asociación alcanzó la Alfalfa antes de regresar a San Bernardo

Esta Asociación alcanzó la Alfalfa antes de regresar a San Bernardo / Daniel Valencia

La Asociación Cofrade de la Santa Cruz y Abnegación, del barrio de San Bernardo, realizó de nuevo su salida procesional en la tarde de este sábado con el aliciente de varios estrenos, entre ellos, el tallaje del canasto, obra de José Antonio García Flores, y el pintado con betún de judea del propio paso, de Javier Cabrera Naranjo. 

Imagen de la Alfalfa en torno a las siete de la tarde Imagen de la Alfalfa en torno a las siete de la tarde

Imagen de la Alfalfa en torno a las siete de la tarde / Álvaro Pastor Torres

En torno a las cinco de la tarde, y nutrido por varios hermanos y las representaciones de otras asociaciones cofrades de la ciudad -que también procesionaron en la tarde de ayer- el cortejo recorrió la calle Ancha hasta desembocar en Demetrio de los Ríos y Santa María la Blanca para acceder al Casco Histórico. En la ciudad se respiraba ambiente absoluto de cofradías: colas inmensas en los templos, palmas y capirotes en ristre y una atmósfera de lo más evocadora apuntalaban la cercana presencia de la Semana Santa. 

El público acompañó todo el recorrido al paso de misterio El público acompañó todo el recorrido al paso de misterio

El público acompañó todo el recorrido al paso de misterio / Álvaro Pastor Torres

En estas fotografías de Álvaro Pastor Torres contemplamos el discurrir de este paso de misterio por la Plaza de la Alfalfa, completamente atestada de público como si de un Martes Santo se tratase. Sábado por la tarde, día de preparativos, el atractivo de una cofradía... Todo se conjugó para que no cupiera un alfiler en este enclave, más aún con la expectación que ya de por sí levanta la Agrupación Musical Virgen de los Reyes, en un estado de forma extraordinario. Incluso la Juvenil acompañó durante un tramo al paso de misterio. 

La tónica se repitió durante casi todo el recorrido, tanto en las calurosas primeras horas de la tarde como por la noche. Hasta con media hora de antelación había público (con más o menos educación, todo sea dicho) esperando en puntos como San Nicolás o Santa María la Blanca. Tras el saludo -sin subir el puente- a los Bomberos, el cortejo se adentró en Gallinato o Santo Rey hasta regresar de nuevo a la calle Jazmineras, donde quedó ubicada la carpa de salida y entrada. Era la una de la mañana y el público aún se congregaba en los alrededores de este paso que, un año más, convocó a cientos de personas. 

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