El Palquillo

Las bandas se preparan para retomar su actividad bajo el nuevo protocolo

  • Las normas limitan el máximo de músicos según el territorio: en el nivel 2 podrán ser 80 y en el nivel 3 llegan a los 50

Tambores de la banda de las Cigarreras en la Semana Santa de 2019.

Tambores de la banda de las Cigarreras en la Semana Santa de 2019.

La pandemia continúa azotando la economía del sector cofradiero. A los comercios tradicionales, que han visto reducida al mínimo su actividad, se suman los colectivos que complementan cada Semana Santa a las procesiones. Es el caso de las bandas de música, que luchan por mantenerse activas. Durante el confinamiento se las ingeniaron para interpretar marchas telemáticamente. Ahora, en plena cuaresma, su objetivo es ensayar y actuar con la mayor normalidad posible. Las asociaciones, entre las que se encuentra el Consejo de Bandas de Sevilla mantienen conversaciones con la Junta de Andalucía, que prepara un nuevo protocolo.

Su fecha de entrada en vigor no está confirmada, pero parece cuestión de días. Dicha publicación en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA) permitiría volver de la inactividad a los músicos, acostumbrados a inviernos y primaveras frenéticas. La Consejería de Salud, encargada de redactar dicho protocolo, marca las pautas según el territorio. Es decir, cuanto menor sea la tasa de contagios, mayor será el permiso de reunión para ensayar y actuar. Esto se traduciría en que las bandas pertenecientes a localidades que se encuentren en el nivel 2 podrán sumar 80 componentes en sus citas. Algo que se reduciría casi a la mitad en los lugares encuadrados en el nivel 3, donde sólo serán 50 músicos. El nivel 4 impediría estas actividades, puesto que únicamente permite desplazamientos esenciales.

El protocolo no sólo incide en el número de personas reunidas. También lo hace en las condiciones. Sobre todo, al lugar. Como es habitual desde el inicio de la pandemia, la Junta ruega que los ensayos y conciertos se hagan al aire libre. Y que entre los músicos haya distancia de seguridad, lo cual hará que la banda ocupe bastante más espacio del habitual antes del pasado marzo. Además, cabe destacar que la propia actividad musical, en el caso de los instrumentos de viento, favorece la transmisión de aerosoles y, por tanto, del virus. Por ello, el aspecto del distanciamiento cobra especial importancia. También el de utilizar mascarillas, obligatorias en todo momento por los percusionistas. Aquellos que requieran de utilizar la boca, podrán quitársela en el momento de tocar.

A esta normativa se le unen otros aspectos como la desinfección constante de los instrumentos o un registro de las personas que acuden a los ensayos, con el fin de controlar la posible expansión del virus en caso de que se propague en uno de ellos. La entrada en vigor de estas medidas estará directamente relacionada con la calidad de los próximos compromisos musicales que tienen las bandas durante la cuaresma y la Semana Santa.

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