Charo Padilla. Pregonera de la Semana Santa de Sevilla 2019

“El Pregón me ha regalado quererme más a mí misma y espiritualidad a borbotones”

  • Este domingo se convertirá en la primera mujer en pregonar la Semana Santa de Sevilla en más de 80 años.

  • Las historias que narró como periodista serán el hilo argumental del texto.

La pregonera de la Semana Santa, Charo Padilla.

La pregonera de la Semana Santa, Charo Padilla. / Antonio Pizarro

Muchos años, largas décadas, ha tenido que esperar la Semana Santa de Sevilla para que sea un mujer su exaltadora oficial. Será la periodista Charo Padilla la que se ponga tras el atril este domingo en el Teatro de la Maestranza.

A través de Diario de Sevilla puede ver en directo el pregón de la Semana Santa de Sevilla de Charo Padilla, retransmitido en directo desde el Teatro de la Maestranza.

El suyo será el Pregón de la calle, el de sus retransmisiones de Semana Santa, como desgrana en esta entrevista. El Pregón, asegura, le ha permitido reencontrarse consigo misma. La novedad que entraña ser la primera mujer que protagonizará este acto la ha llevado a ser reclamada por numerosos medios nacionales, contando con minutos en el Telediario o contraportadas en importantes periódicos. De las hermandades se queda con su importante acción social.

–¿Tiene ganas de que sean ya las 14:30 del domingo 7 de abril?

–Absolutamente. Totalmente. Es lo que más deseo.

–¿Está cansada por tener que acudir a tantos actos y eventos?

–Lo llevo bien porque lo disfruto todo. Absolutamente todo. No lo puedo negar, como tampoco puedo negar que el cuerpo resiste lo que resiste. A estas alturas me está preguntando si tengo 15 años. He ido a todo.

– ¿Cuesta sobrevivir?

– Se sobrevive regular, con tirones en el cuello... a última hora empiezo ya a notar el cansancio físico.

–¿Estaba advertida por sus predecesores?

–Es que yo creo que mis predecesores no fueron a tantas cosas. Me dijeron que disfrutara. A mí me ha tocado ir a algunos actos más por el hecho de ser pregonera. Me han llamado de más colegios, de asociaciones de mujeres empresarias... Actos puedo llevar unos 70. Llegaremos a más de cien.

–Ha dicho recientemente que el Pregón no está sobredimensionado...

–Es que la ciudad es así de exagerada para todo. Somos exagerados para la Semana Santa y lo vivimos desde el primer día. Por eso la Semana Santa de Sevilla es distinta a todas. La cuaresma no se vive como aquí. Aquí empezamos a vivir el Miércoles de Ceniza y el Viernes de Dolores ya soltamos la frase: "Esto se está terminando". El Domingo de Ramos para nosotros ya se ha terminado todo. Pero es que somos así y el Pregón es un acto más dentro de la cuaresma, y no sería igual si no existiera. Forma parte de los ritos.

–¿Quién la ha llamado para acudir a algún acto que no esperara?

– No me esperaba que me llamara la Asociación de Mujeres Empresarias, la Asociación de Periodistas por el Progreso, colegios mayores de niñas, la Aspace... Las entrevistas de radio no podría poner las en pie porque ha habido muchas digitales que desconocía que existieran.

–¿Por qué aceptó dar el Pregón a la segunda? ¿Qué razones la llevaron a decir sí?

–Anda que si me lo preguntan otra vez [risas]. Fueron muchas razones. Primero, empecé a escribir en Diario de Sevilla y eso me dio la confianza y la seguridad de que tenía muchas cosas que contar y que no era tan difícil hacerlas aflorar. Dije que sí porque mucha gente importante me ha animado, empujado; entre ellas don Juan José Asenjo, que siempre me animaba a que diera el Pregón. Sí, porque hubo detalles como el del anterior pregonero, José Ignacio del Rey, que la entrega del Homo Cofrade me dijo que habías cosas en la vida que pasan por delante tuya y hay que decir que sí. Eso me hizo pensar en las mujeres de mí tertulia de El Llamador, que habían luchado por salir de nazarenas cuando no se podía. Era difícil ir al Silencio y decir: "Yo quiero salir de nazarena". Todo eso me hizo reflexionar que no podía reivindicar que una mujer diera el Pregón si yo no era capaz de dar el paso. Por eso lo hice.

"Un porcentaje del aforo debería venderse en las taquillas. El Consejo debe solucionar esto”

–¿Ha descubierto algo nuevo de las cofradías durante estos meses?

–He descubierto algunas cosas de la faceta más íntima. Algunas a las que yo no había asistido, como la bajada de la Esperanza de Triana. Pero, sobre todo, me ha regalado el cariño de muchísima gente. Un cariño inmenso de todo el mundo hacia una persona que ya les era conocida, no hacia una persona que acaban de conocer porque va a dar el Pregón, sino hacia alguien a la que ya quieren desde hace tiempo. Eso es lo que he sentido. Luego el Pregón me ha regalado el quererme más a mí misma, confiar más en mí, reencontrarme con Dios, volver a hablar más íntimamente con él... Me ha regalado espiritualidad a borbotones.

–¿Habrá sorpresas como en los últimos años?

–No, no hay sorpresas. No hay novedades.

Cahro Padilla. Cahro Padilla.

Cahro Padilla. / Antonio Pizarro

–¿Y versos?

– Yo soy más de prosa con un poco de musicalidad. Eso no quiere decir que no haya puesto alguna pincelada que me ayude a hacer vibrar un poco más con ese texto, porque es de lo que se trata. Pero sin ningún afán de altura literaria. No soy poeta ni lo pretendo. Sólo juego con algunos recursos para que el texto sea un poco más vibrante.

–¿Le habría gustado que el público, el protagonista de sus historias, pudiera asistir al Pregón?

– Por supuesto, creo que eso es un error. El Consejo de Cofradías tendrá que arreglarlo de alguna manera. Creo que es de justicia que la gente pueda ocudir a la taquilla y comprar su entrada, y no que sólo puedas ir porque seas amigo de alguien. Un porcentaje del aforo debe venderse en la taquilla.

– Su Pregón es el de la calle, el de las vivencias, el de las historiaspersonales. De todas las que ha vivido, ¿cuál le ha conmovido más?

–[Suspira]. Creo que no puedo decir una en concreto. En general, las que más me han marcado son aquellos reportajes que tienen que ver con la acción social de la hermandad. Me acuerdo, por ejemplo, de la O. Su acción social se basa en ayudar a mujeres que se quedan embarazadas y no tienen apoyo. Se lo dan todo. Me acuerdo de ese reportaje perfectamente. Me acuerdo de haber ido a las Tres Mil cuando todavía no estaba el proyecto Don Bosco. Es lo que más me ha impactado. Luego, las hermandades en la calle son todas preciosas, pero detrás de las cofradías hay muchas cosas iguales o más hermosas que un paso de palio.

–¿Con qué personaje se queda de todos los que ha conocido?

Las dos viejecitas a las que le volvieron a la Macarena en la calle Feria. Eso me lo contó a mí Juan Ruiz después de la Semana Santa. A mí esa historia me conmovió mucho y yo llamé a Mercedes. Fue una historia muy conmovedora.

“El ‘despelleje’ posterior forma parte del Pregón. Yo lo asumo con total normalidad”

–Es pionera ponerse tras el atril para pregonar la Semana Santa de Sevilla, pero no en vestir la túnica, algo que no hizo hasta el año pasado. ¿Por qué ha tardado tanto en hacerlo?

–Me pasó igual que con el Pregón. No había tenido ningún interés en salir. No me llamaba la atención. He sido una privilegiada que ha disfrutado mucho delante de los pasos. Me parece que salir de nazareno es un gran sacrificio. Todavía si vas delante del paso, vale. Pero el que va en mitad de los tramos sin ver nada... Lo comprobé el año pasado, y eso que yo iba delante de la Virgen del Rocío y era un recorrido no muy largo. Los nazarenos hacen una verdadera, verdadera, estación de penitencia.

–Acaba el Pregón y se inicia el ciclo de felicitaciones y abrazos. ¿Teme a la hipocresía?

–¡Ay! No. A estas alturas de mi vida, después de enfrentarme a lo que me voy a enfrentar... de verdad que eso es lo menos importante. Es más, es hasta necesario. El despelleje forma parte del Pregón. Y yo lo asumo con mucho cariño.

–¿Es el Pregón cada vez más una cita social?

–También es una cita social. Hay gente que me pide entradas y yo pienso que como en la radio no se escucha en ningún sitio. Y más yo. Yo este año siendo yo me escucharía a mí misma en la radio. Si mi voz es de radio te vas a situar mucho mejor. Sí que el Pregón es una cita social. A la gente le gusta.

La pregonera, Charo Padilla. La pregonera, Charo Padilla.

La pregonera, Charo Padilla. / Antonio Pizarro

–¿Cuáles son sus primeros recuerdos de la Semana Santa?

–Son yendo a la Avenida, donde estaban las sillas que mis padres alquilaban, justo delante de la sombrerería de mi abuelo: Padilla Crespo. Mis recuerdos son una Avenida sin vallar, una Campana, donde había otra tienda, sin vallar. En la Campana podíamos ir a la confitería a comer un pastel y no pasaba nada. Y las bolas de cera. Haciéndolas de verdad, sin papel de plata.

–¿Qué echa de menos en Semana Santa?

–Que antes sabíamos movernos bien en las bullas. Ahora, también, pero falta un poquito de educación. Los valores se han perdido. Ahora no puedes pasar por una esquina porque hay uno sentado allí, ¡desde hace horas! Moverse en las bullas es más difícil. Y la Madrugada está regular. A mí lo de la gente sentada pensando que la parcela esa es suya... no lo he visto nunca. Ha cambiado eso porque la sociedad también lo ha hecho. Antes nos levantábamos en el autobús cuando veíamos a una personas mayor y ahora son pocos los que lo hacen. Grandes y mayores. No me refiero sólo a la juventud.

Charo Padilla, pregonera de la Semana Santa. Charo Padilla, pregonera de la Semana Santa.

Charo Padilla, pregonera de la Semana Santa. / Antonio Pizarro

–¿Está en crisis la Semana Santa?

–Están en crisis los valores. Recuperándolos, recuperaremos muchas cosas. Ahora es normal, pero antes unas elecciones con dos candidatos era raro. Ya de tres no hablamos. Eso antes no existía.

–¿Qué es lo mejor de la Semana Santa?

–Que me devuelve a mi niñez, a mi infancia, a mis emociones. Es como cuando hueles un plumier que te recuerda a tu clase de EGB. La Semana Santa es la película de nuestras vidas.

"Los reportajes que más me han conmovido son los que tienen que ver con la acción social de las hermandades”

–¿Le gustan las vallas a la pregonera?

–Gustarme no me gustan, pero son necesarias. Claro que sí.

–La manera de retransmitir también ha cambiado. Usted es una reportera discreta.

–Yo sé guardar las distancias. No hay que ponerse delante del capataz con el micrófono a medio centímetro para coger el sonido. Mi distancia siempre ha sido la misma. Se ve que esa distancia no le interesa a mucha gente. No es necesario ponerse delante del paso. A lo mejor las personas que a mí me interesan no son atractivas para otros compañeros.

–¿Qué papel deben jugar las hermandades en la sociedad actual?

–La formación y la acción social son los dos pilares que más deben tener en cuenta. Con ello tienen ya un tesoro. La formación es muy importante porque todo el que llega a la hermandad debe tener una buena formación. Sino no tendremos hermanos mayores o miembros de junta bien preparados.

"A la pregonera le preguntaría si ha merecido la pena el esfuerzo"

–¿Hay un exceso de información cofradiera?

–Uff. La prensa morada se ha multiplicado por mil. Yo no sabía que había tantos programas de Semana Santa. Hay mucha información. También hay demanda y se nota.

–¿Qué le preguntaría Charo Padilla a la pregonera de 2019?

–[Largo silencio] ¿Mereció la pena? Tu valentía, tu esfuerzo y tus noches sin dormir, ¿merecieron la pena? La respuesta, el domingo.

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