¿Cuáles son los besamanos más antiguos de Sevilla?

Es un culto ya indispensable en todas las hermandades de nuestra ciudad, y se configura como una posibilidad de favorecer la cercanía del devoto con la imagen y de potenciar el fortalecimiento espiritual. Sin embargo, el besamanos a nuestros titulares no es una práctica ancestral (salvo una excepción) en comparación con la dilatada historia de las cofradías, si bien cuenta con una considerable entidad temporal para haberse consagrado en toda la geografía. O, al menos, eso dictan las crónicas.

Este año se han cumplido ni más ni menos que cien años de la celebración del primer besamanos a la Virgen del Amparo, patrona de la feligresía de la Magdalena y una de las devociones letíficas capitales de nuestra ciudad. Es, por tanto, anterior al que ya consagró la hermandad de la Macarena a su dolorosa dos años después, en 1925, y que se creía el primero celebrado en nuestra ciudad. José Manuel Yuste, ex hermano mayor de la cofradía, cita en un interesantísimo artículo publicado en el Anuario que hace justo un siglo la Virgen del Amparo, salvo hallazgos documentales posteriores, fue una de las primeras imágenes de la Archidiócesis en ser expuesta en devoto besamanos, concretamente el domingo 21 de octubre de 1923. Así lo recoge un extracto del periódico El Liberal del día anterior, que expone lo siguiente: "Mañana, domingo 21, desde las ocho de la mañana hasta la una de la tarde, tendrá lugar en la parroquia de la Magdalena el besamano de la Santísima Virgen del Amparo. La junta de oficiales de su hermandad ruega a los devotos y hermanos de la Santísima Virgen no dejen de asistir a tan solemne acto, que este año es el primero que se celebra".

Al parecer, con anterioridad, consta en las crónicas y en los registros que desde al menos 1761 -esta es la excepción- la Virgen de los Reyes permanecía en besamanos para las fiestas del patronato concepcionista de España. Posteriormente, la Virgen de Gracia de Carmona también protagonizó un besamanos a principios del siglo XX, en 1904, y algunos años antes también hizo lo propio la Virgen de los Reyes de los Sastres, concretamente el 25 de septiembre de 1898 según recogía en su momento El Noticiero Sevillano. Aquel primer besamanos de la Virgen del Amparo se celebró en la Capilla de la Virgen (que próximamente reabrirá al culto) tras ser bajada de su camarín para su traslado al altar mayor, en vísperas de la celebración de su habitual Novena. Por tanto, según Yuste, no se disponía un altar de besamanos al uso, sino que se aprovechaba la ocasión para acercar a los fieles la imagen, sin montajes ni particularidades.

Pero hay más: aquel año se celebró un segundo besamanos al término de la Novena, concretamente el día 12 de noviembre, y así lo relata la prensa local y se recoge en el anuario: "En la edición de la tarde del día 8 de noviembre de 1923 se inserta una noticia, más amplia que la ya vista del pasado día 20 de octubre en la que se describe la magnificencia de los cultos ya celebrados y de los que quedan por celebrar. Entre otras cosas se anuncia el estreno de la segunda de las coplas dedicadas a la Santísima Virgen del Amparo compuesta por Joaquín Turina en la Función del domingo día 11 y en lo relativo al segundo besamano ya se convoca a los devotos para el lunes día 12 por la tarde: “El lunes 12, de seis a ocho de la tarde, se celebrará el besamano de la Santísima Virgen, repartiéndose en él los alfileres que ha llevado en procesión.”

Aunque el besamanos se interrumpió a finales de los sesenta, volvió a recuperarse en el año 1983, y desde entonces se postula como el pórtico perfecto al mes de noviembre, que inevitablemente conlleva el apellido de Amparo en la feligresía de la Magdalena. Puede consultar el artículo al completo en la página web de la hermandad, pinchando en este enlace.