El Duque de Alba, en la coronación canónica de la Sangre de Huévar actuando como padrino

Carlos Fitz-James estuvo presente en la localidad debido a la vinculación entre dicha casa nobiliaria y la corporación hervense

Tan solo la Virgen de las Angustias de Los Gitanos ostenta igualmente el escudo de la Casa de Alba

Una de las grandes joyas de la imaginería sevillana como nunca antes se había visto

El Duque momentos previos a la eucaristía en compañía de hermanos y autoridades, entre ellas, la alcaldesa de la localidad
El Duque momentos previos a la eucaristía en compañía de hermanos y autoridades, entre ellas, la alcaldesa de la localidad / Pedro Luis Aranda Valiente y Salvador Hidalgo Jiménez

Fiel a la tradición y al legado heredado por sus más directos antepasados. Carlos Fitz-James Stuart, duque de Alba, actuó como padrino de la coronación canónica de la Virgen de la Sangre de Huévar del Aljarafe, cuya ceremonia se celebró el pasado 8 de junio. Su presencia se confirmó días antes de tan señalada fecha, y aunque no suele comparecer en actos públicos, acudió y aceptó la llamada de la corporación hervense debido a los estrechos lazos de unión que vinculan ambas entidades: la Sangre y la Casa de Alba.

Fuentes cercanas a su círculo indican que el duque quedó "impresionado" por el cariño popular durante su estancia en Huévar, que se vistió de gala para una cita de altura. Compartió apadrinamiento con María Ana Díaz-Trechuelo Guanter, marquesa de Villavelviestre, familia igualmente vinculada con la hermandad sangrista. La cercanía del ducado se remonta varios años atrás, y por mediación del periodista Antonio Burgos.

El Duque de Alba ante la Virgen de la Sangre al término de la eucaristía
El Duque de Alba ante la Virgen de la Sangre al término de la eucaristía / Pedro Luis Aranda Valiente y Salvador Hidalgo Jiménez

La Duquesa inauguró la Casa Hermandad y en su segunda visita, un par de años después de la inauguración, impuso la medalla del escudo de Alba a la Virgen de la Sangre (en el 2005), convirtiéndola en la segunda imagen con tal distinción. Desde entonces, y hasta la actualidad, la Virgen de la Sangre de Huévar, junto a la Virgen de las Angustias de la hermandad de los Gitanos de Sevilla, son las dos únicas imágenes que tienen el privilegio de portar el escudo de Alba concedido por la Duquesa. La Villa de Huévar perteneció a los Guzmanes, familia de la que formó parte el conde Duque de Olivares, título de la Casa de Alba. El Duque quedó sorprendido por el recibimiento multitudinario de todas las mujeres que vestían la tradicional mantilla española. Entre el grupo que le dio la bienvenida se encontraba una mujer que había trabajado para la Casa de Alba muchos años, Rosa Godoy, cocinera de la Duquesa y que se mostró muy agradecida con la presencia del Duque. Rosa vestía la tradicional mantilla también y un elegantísimo traje azul.

El Duque de Alba porta la vara abriendo la comitiva antes de la misa estacional
El Duque de Alba porta la vara abriendo la comitiva antes de la misa estacional / Pedro Luis Aranda Valiente y Salvador Hidalgo Jiménez

El Duque se mostró, como decimos, muy feliz por la cálida acogida del pueblo y por continuar la tradición iniciada por su madre hace casi veinte años. Monseñor José Ángel Saiz Meneses ofició la misa estacional de coronación canónica que comenzó a las ocho de la tarde en la Plaza de España, para posteriormente realizar la solemne procesión por las calles del municipio. En el transcurso de la misa, a la conclusión de la homilía, le fue impuesta la corona de coronación, labrada por Fernando Marmolejo y cargada de detalles simbólicos relacionados con la hermandad y su secular historia. También fue coronado su Divino Hijo. El acto contó con el acompañamiento musical de una gran Orquesta Sinfónica dirigida por el maestro Claudio Gómez Calado, y participó con su voz la artista Erika Leiva. La procesión se extendió hasta bien entrada la mañana e interpretó las marchas procesionales la Sociedad Filarmónica Nuestra Señora del Carmen de Salteras.

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