La Semana Santa y la moda

La Esperanza de Triana, protagonista de la revista Vogue

Reportaje que la revista Vogue le dedica a la Esperanza de Triana.

Reportaje que la revista Vogue le dedica a la Esperanza de Triana. / D. S.

La Esperanza de Triana en la revista de moda internacional más importante. Vogue se hace eco en su última edición de la enorme devoción que se le profesa a la dolorosa de la calle Pureza y, sobre todo, del estilo propio que atesora a la hora de ser ataviada y que la ha convertido en uno de los iconos marianos de referencia. 

No es habitual que la prestigiosa publicación de origen estadounidense se haga eco de devociones religiosas, pero en esta ocasión la revista fundada en 1892 por Arthur Baldwin Turnure ha querido lanzar un mensaje de ánimo en unos tiempos marcados por la incertidumbre de la pandemia del Covid-19. Un objetivo en el que se han unido las 126 ediciones que posee en el mundo y que en España lleva por título de portada: Esperanza y Futuro

Este propósito se expresa desde diferentes ámbitos, y uno de ellos es el religioso, que recala en Triana a través de una de las dolorosas más universales: la Virgen de la Esperanza. Para ello, Vogue dedica un amplio reportaje que titula El arte de vestir a la Esperanza, que cuenta con el texto de la periodista Eva Blanco y un importante álbum fotográfico de Txema Yeste, reconocido fotógrafo de origen barcelonés que ha desarrollado su carrera profesional en medios como The Independent y El País Semanal hasta convertirse en uno de los nombres más destacados en el mundo de la moda.

En estas páginas se hace un repaso por la forma tan característica de ataviar a la dolorosa trianera, un estilo que comenzó con José Persio, inmortalizó Fernando Morillo (con el conocido refregador) y desde mediados de la pasada década ha recuperado y ha llevado a la excelencia su actual vestidor Francisco Javier Hernández Lucas, hasta el punto de ser uno de los más copiados y fuente de inspiración para otras imágenes marianas. 

Algunas de las fotos de la Esperanza de Triana y su ajuar que recoge la última edición de Vogue. Algunas de las fotos de la Esperanza de Triana y su ajuar que recoge la última edición de Vogue.

Algunas de las fotos de la Esperanza de Triana y su ajuar que recoge la última edición de Vogue. / D. S.

El amplio reportaje fotográfico -que acompaña los datos históricos sobre la forma de vestir a la Virgen de la Esperanza- muestra bellísimas imágenes de esta dolorosa con distintos atuendos. El primero de ellos, y quizá el más significativo por el objetivo que persigue la última edición de Vogue, es el de luto con el que se presentó a los fieles al reabrirse la Capilla de los Marineros tras los dos meses de confinamiento que privaron a Sevilla de procesiones en Semana Santa. 

La publicación también recoge fotografías de la Virgen de la Esperanza vestida de hebrea (con las típicas telas de rayas de color que tanto la caracterizan cuando llega la cuaresma), de mantilla (impresionante la de perfil) y con el atuendo que apareció para conmemorar los 36 años de su coronación, cuando se recreó una estampa de 1929. Se incluyen, además, varias joyas que componen su amplio ajuar, entre ellas, una de sus famosas anclas, elemento propio a la hora de representar la advocación esperancista, una de las tres virtudes teologales. 

El Covid-19, por tanto, se ha convertido en el motivo principal que lleva a que una revista de relevancia mundial, especializada en moda, preste especial atención a la forma tan peculiar que tienen en Triana de engalanar a su Virgen de la Esperanza, un estilo que ha sobrevivido a modas y que es hoy uno de los modelos más extendidos en el arte de vestir a imágenes marianas. 

No hay precedentes inmediatos en las páginas de Vogue sobre esta labor íntima y tan importante en las imágenes de vestir, que llega a condicionar la visión que los fieles tienen de los iconos sagrados. Pero, sí es cierto que este arte siempre ha estado vinculado con la moda, desde las vestimentas de la monarquía de los austrias a los años dorados de Hollywood. De hecho, el historiador del Arte y hermano de la corporación trianera José Ignacio Sánchez Rico, en el libro El arte de vestir a la Virgen (publicado por Almuzara), vincula la aparición del característico refregador de la Esperanza de Triana con el vestido drapeado y dorado que Rita Hayworth popularizó en la década de los 40. Religiosidad popular y moda, más que unidas. 

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