Las iglesias del Miércoles Santo: custodios del patrimonio cofrade en Sevilla

Iglesia de San Martín / Rafa Del Barrio

Sevilla/El Miércoles Santo marca el ecuador de la Semana Mayor hispalense y ofrece un recorrido único por algunas de las iglesias más emblemáticas de Sevilla. Estos templos históricos, que durante el resto del año mantienen su actividad regular, se transforman hoy en epicentros cofrades al acoger las salidas procesionales de ocho hermandades que recorrerán las calles hasta bien entrada la noche.

La jornada permite a sevillanos y visitantes contemplar un notable patrimonio arquitectónico y artístico, pues cada iglesia custodia no solo las imágenes que procesionan, sino también un valioso conjunto de retablos, pinturas y elementos ornamentales que reflejan siglos de historia y devoción.

Iglesia de Omnium Sanctorum

La Virgen de Gracia y Amparo saliendo de Omnium Sanctorum.
La Virgen de Gracia y Amparo saliendo de Omnium Sanctorum. / Juan Carlos Vázquez

La Iglesia de Omnium Sanctorum es uno de los templos gótico-mudéjares más conocidos de Sevilla y ha sido declarada monumento nacional. Situada en la calle Feria, fue levantada a mediados del siglo XIII, aunque tuvo que ser reconstruida tras el terremoto de Lisboa en el siglo XVIII, optando por un estilo más gótico.

Este templo alberga a la Hermandad del Carmen, que procesiona cada Miércoles Santo. Nuestro Padre Jesús de la Paz, obra de Francisco José Reyes Villadiego, preside el misterio que representa a Jesús preso y maniatado volviendo su mirada a Pedro, quien lo niega por tres veces. La Virgen del Carmen en sus Misterios Dolorosos, tallada por Francisco Berlanga de Ávila, completa los titulares de esta cofradía.

La iglesia presenta una planta típica gótica con tres naves divididas en cinco tramos. Alberga la capilla de Cervantes o Bautismal, un Crucificado de Andrés Ocampo, la Virgen de todos los Santos de Roque Balduque y varias pinturas de Juan Espinal.

Parroquia de la Concepción Inmaculada

Iglesia de la Concepción.
Iglesia de la Concepción. / Juan Carlos Vázquez

La Iglesia de la Inmaculada Concepción, situada en el barrio de Nervión, fue construida en 1929 coincidiendo con la Exposición Iberoamericana. Desde ella parte cada Miércoles Santo la Hermandad de la Sed.

El templo, proyectado por Antonio Arévalo e inspirado en la Basílica de San Pedro, combina elementos renacentistas y barrocos. Su fachada está construida en ladrillo de dos colores, y en la portada se encuentra una Inmaculada Concepción, copia de una obra original del siglo XVII de Alonso Cano.

En su interior destaca un retablo mayor en el presbiterio hecho con mármoles de colores y columnas corintias. La Inmaculada Concepción preside la hornacina central, inspirada en la talla original de Martínez Montañés.

Iglesia de San Antonio de Padua

Interior de la Iglesia de San Antonio de Padua.
Interior de la Iglesia de San Antonio de Padua. / Flores Esquivias

La Iglesia de San Antonio de Padua, en el barrio de San Vicente, fue construida en el siglo XVII como parte de un convento franciscano. Su fachada, que da acceso a un compás, está adornada con retablos cerámicos de los titulares de la Hermandad del Buen Fin, que procesiona el Miércoles Santo.

En el interior del templo destaca el retablo mayor, procedente del convento de San Felipe Neri y obra de Jerónimo Balbás en 1711. En su parte central se encuentra la Virgen de la Palma, imagen anónima del siglo XVII. La iglesia custodia al Cristo del Buen Fin, de Sebastián Rodríguez, que representa la entrega del permiso para descender a Cristo de la Cruz.

Iglesia de San Bernardo

El Cristo de la Salud saliendo de la Iglesia de San Bernardo.
El Cristo de la Salud saliendo de la Iglesia de San Bernardo. / Manuel Gómez

La Iglesia de San Bernardo es un templo barroco-neoclásico del siglo XVIII diseñado por el arquitecto José Álvarez. Aunque sufrió daños considerables durante el incendio de 1936, conserva obras de gran valor artístico.

Sede de la Hermandad de San Bernardo, el templo alberga al Cristo de la Salud, atribuido a Andrés Cansino, y a la Virgen del Refugio, tallada por Sebastián Santos Rojas. Ambas imágenes procesionan cada Miércoles Santo.

Las fachadas exteriores cuentan con portadas de ladrillo tallado y el interior presenta un retablo mayor neoclásico que contiene el camarín de la Virgen del Refugio. También destaca el retablo de El juicio final, presidido por "El viejo" de Francisco Herrera.

Iglesia de San Martín

Interior de la Iglesia de San Martín.
Interior de la Iglesia de San Martín. / Juan Carlos Muñoz

La Iglesia de San Martín de Tours, cerca de la Alameda de Hércules, fue construida en el siglo XV y es uno de los escasos templos góticos de Sevilla. En su interior se encuentran los titulares de la Hermandad de la Sagrada Lanzada: el Cristo crucificado y la Virgen de Guía, obras de Antonio Illanes Rodríguez, y la Virgen del Buen Fin, de Juan de Astorga.

El templo cuenta con una sola nave cubierta con bóvedas nervadas de estilo gótico. Su retablo mayor, de estilo manierista del siglo XVI, está presidido actualmente por la Divina Maestra. Es importante destacar que en esta iglesia permanece enterrado el imaginero cordobés Juan de Mesa, tal como indica una placa conmemorativa en su fachada lateral.

Capilla de la Piedad

Morante de la Puebla rezando en la Capilla de la Piedad.
Morante de la Puebla rezando en la Capilla de la Piedad. / Antonio Pizarro

La Capilla de la Piedad, diseñada por Bernardo de Bustamante a principios del siglo XVIII, es la sede de la Hermandad del Baratillo. Su cercanía con la plaza de toros de la Maestranza hizo que fuera capilla para los toreros durante años.

El interior del templo se dispone en una sola nave de cruz latina con bóveda de cañón. En el retablo mayor barroco del siglo XVIII se venera a la Virgen de la Piedad con el Cristo Yacente de la Misericordia, obras de José Rodríguez Fernández Andes y Luis Ortega Bru respectivamente. El edificio experimentó modificaciones en los años sesenta para facilitar la salida de los pasos.

Capilla de San Andrés

Capilla de San Andrés
Capilla de San Andrés / Rafa Del Barrio

La Capilla de San Andrés fue una ermita que se encontraba dentro de un hospital fundado en el siglo XVI. En 1868 fue expropiada, aunque en 1876 fue devuelta al gremio de los alarifes, sus propietarios originales.

La portada exterior ocupa casi toda la fachada y es de traza clasicista con rasgos manieristas, fechable hacia el primer tercio del siglo XVII. Sobre ella hay una hornacina que alberga un San Andrés de piedra.

En su interior se venera a Jesús del Soberano Poder en su Prendimiento, una talla de Castillo Lastrucci que procesiona junto a la Virgen de Regla cada Miércoles Santo con la Hermandad de los Panaderos.

Iglesia de San Pedro

Capilla del Cristo de Burgos en la Iglesia de San Pedro.
Capilla del Cristo de Burgos en la Iglesia de San Pedro. / Víctor Rodríguez

La Iglesia de San Pedro, ubicada en la Plaza del Cristo de Burgos, es un templo gótico-mudéjar fundado en el siglo XIV, aunque reformado por el arquitecto Pedro de Silva en el siglo XVIII. Desde ella sale la Hermandad del Cristo de Burgos cada Miércoles Santo.

El templo custodia al Cristo de Burgos, obra de Juan Bautista Vázquez, y a la Madre de Dios de la Palma, atribuida a Manuel Gutiérrez-Reyes Cano. Su interior está dispuesto en una planta rectangular con tres naves separadas por pilares que sostienen arcos apuntados. La nave central está cubierta con una armadura de madera y el retablo mayor, del siglo XVIII, contiene en su parte central una Inmaculada atribuida a Jerónimo Hernández.

Este recorrido por las iglesias del Miércoles Santo permite apreciar no solo la riqueza artística y patrimonial de estos templos, sino también comprender mejor el contexto histórico y cultural en el que se desarrolla la Semana Santa sevillana, una tradición que combina fervor religioso y expresión artística en uno de los conjuntos monumentales más importantes de España.

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