La iglesia de Santa María la Blanca de Sevilla ha convocado su primer Certamen de Arte Sacro y contará con un jurado de auténtico lujo, cuya presidencia de honor recae en Arturo Bernal, consejero de Turismo, Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía. El jurado está formado por un variado equipo de profesores de bellas artes, historiadores del arte, artistas y artesanos, galeristas o críticos de arte. En la diversidad de perfiles del hay sin embargo una nota común: todos ellos, de un modo u otro, están vinculados a Santa María la Blanca, según han informado fuentes del templo de las Tres Religiones a este periódico.

Los miembros del jurado son: Andrés Luque Teruel, historiador del arte de la Universidad de Sevilla; Fernando García García, profesor de Bellas Artes en Sevilla y autor de las dos copias a mano de los lienzos de Murillo que visten las naves laterales de Santa María la Blanca; José María Rincón Calderón, arquitecto y autor de la rehabilitación de la Sala Capitular de Santa María la Blanca; Alejandro Marmolejo, conservador de la orfebrería de Santa María la Blanca desde el 2010; Carmen Aranguren, quien durante años tuvo su galería en la misma Puerta la Carne; Manuel Caliani, autor de los cristales polícromos de la Sala Capitular de Santa María la Blanca; Miki Leal, autor del nuevo retrato de Justino de Neve para Santa María la Blanca; Daniel Franca, autor de la alegoría eucarística para el Monumento del Jueves Santo, y Antonio Rodríguez Babío, delegado de Patrimonio de la Archidiócesis de Sevilla. 

El primer Certamen de Arte Sacro es una iniciativa cultural destinada a "estimular y reconocer la creación artística que tiene como fuente de inspiración el rico patrimonio temático de la fe cristiana". Con este proyecto, la emblemática iglesia de Santa María la Blanca, donde participaron los mejores artistas del siglo XVII y fue vanguardia estética en su momento, quiere servir de punto de encuentro entre arte y fe, tradición y nuevas lecturas. "Se trata de un certamen que nace con una vocación de servicio al amplio mundo de los creadores artísticos, pensando sobre todo en la dificultad que tienen muchos artistitas y artesanos de exponer sus obras y darse a conocer".

El certamen, que nace con vocación internacional, se dirige al campo de las Bellas Artes, pero también a las llamadas Artes Decorativas. El amplio mundo de los artesanos se ve así reconocido no solo como oficio, sino también como verdaderos creadores y artistas. Santa María la Blanca constituye un maravilloso ejemplo de la relevancia estética de multitud de oficios artesanos como sus yeserías, cerámica, forja, ebanistería, bordado, orfebrería… en simbiosis con las bellas artes, pintura y escultura.

La advocación de la Virgen de las Nieves

El tema elegido para este primer certamen es el origen de la advocación mariana de Ntra. Sra. de las Nieves que se funda en la prodigiosa nevada del 5 de agosto del 358 sobre el monte Esquilino en Roma, tal como fuera anunciado en sueños al patricio Juan y su esposa. Esta piadosa creencia ya fue tratada por Bartolomé Esteban Murillo en los dos grandes lienzos que concibió para la nave central de Santa María la Blanca: El sueño del Patricio Juan y La visita al papa Liberio.

Gracias a la colaboración de la Fundación Valentín de Madariaga y a mecenas particulares, el certamen arranca con una dotación económica de mil doscientos euros para la obra ganadora, así como la posibilidad para el autor de hacer una exposición de su obra en la Sala Capitular de Santa María la Blanca, recientemente rehabilitada. Del resto de obras no premiadas la organización seleccionará algunas de ellas para ser expuestas, dando la posibilidad a sus autores de vender su obra.