Modelos, tendencias y cabañuelas. La meteorología se ha convertido en una ciencia predilecta para muchos cofrades, que desde que arranca la cuaresma consultan todo tipo de web especializada en esta temática para conocer el tiempo que hará en Semana Santa. Pero, ¿hasta qué punto son “fiables” estas predicciones realizadas a tan largo plazo? ¿Merece la pena atormentarse las vísperas por pronósticos poco halagüeños pero con escasa base de certeza?

Para contestar a dichas cuestiones, nada mejor que acudir a la voz de la experiencia. El meteórologo José Antonio Maldonado lleva más de 50 años desempeñando tal oficio. Está muy acostumbrado a que en las presentes fechas le pregunten si lloverá en Semana Santa. De hecho, cuando en la pantalla de su móvil aparece un número desconocido, ya está prevenido para responder. “El tiempo para Semana Santa es absolutamente impredecible ahora mismo”. La aseveración le sirve de arranque para matizaciones posteriores. “Cualquier predicción puede fallar. Hay mayor porcentaje de acierto cuando existen condiciones meteorológicas de peso”, refiere este experto en alusión a un anticiclón “potente” que afecte a toda España o una borrasca intensa. No obstante, despeja todas las dudas sobre los modelos y predicciones que se han publicado desde que se inició la cuaresma. “Los pronósticos a un mes de la Semana Santa son poco de fiar, pueden cambiar mucho”, abunda Maldonado.

Este meteórologo colaboa en la web tiempo.com, perteneciente a Meteored, que hace una semana daba a conocer un modelo, según el cual, la fiesta religiosa estaría pasada por agua. “Es normal que los portales meteorológicos especializados publiquen esta información, debido al gran interés que despierta en buena parte de la sociedad, pero siempre debe tenerse en cuenta que se trata de modelos, bien trabajados por profesionales, pero con un grado de certeza que es el que es”, añade.

El meteórologo José Antonio Maldonado.

Maldonado reconoce que en los 50 años de profesión que lleva ejercidos, la meteorología ha avanzado mucho, tanto en las predicciones a largo plazo como en “los aciertos”. Una ciencia, no obstante, que siempre estará condicionada por los factores antes indicados. Si no existen, resultará más complicado dar una predicción precisa.

La primavera meteorológica

La Semana Santa se celebra este año del 2 al 9 de abril, aunque desde el Viernes Dolores, 31 de marzo, habrá cofradías en la calle. Coincidirá con la primavera astronómica, que se iniciará alrededor del 20 de marzo, aunque la meteorológica ya está vigente, al comenzar el pasado 1 de marzo. Prueba de este periodo marcado por la inestabilidad son los importantes cambios registados la última semana. De máximas que apenas superaban los 15 grados a los casi 30 que se alcanzarán el próximo fin de semana. Todo ello con días en los que ha predominado la lluvia tras meses de sol.

Este contexto debe tenerse en cuenta a la hora de predecir el tiempo para la Semana Santa. Así lo apunta Juan de Dios del Pino, delegado de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en Andalucía, Ceuta y Melilla. Este experto también alude a esos factores que logran que una predicción resulte más fiable: un gran anticiclón o una contudente borrasca. Aunque el primero de ellos sí puede producirse en primavera, las precipitaciones en esta época del año vienen en forma de tormentas aisladas y dispersas, lo que entraña mayor dificultad a la hora de precisar cuánto tiempo afectarán a un territorio.

“Si una borrasca entra fuerte y con gran carga, se puede detallar los días en los que la lluvia estará presente. Una predicción que se puede hacer con varias jornadas de antelación. El problema se presenta con las tormentas dispersas, propias de la primavera y en las que la inestabilidad resulta más complicada de definir. El pronóstico no puede darse tan detallado”, explica Del Pino. En el ente estatal del que es delegado las predicciones alcanzan un alto porcentaje de fiabilidad con dos o tres días de adelanto. Todo lo que se haga antes entra en un nivel de certeza menor, por lo que tomar una decisión según esa información acarrea un importante riesgo.

Los cálculos para los próximos meses

¿A partir de cuándo se puede otorgar credibilidad a la información sobre el tiempo en Semana Santa? En la Aemet, según detalla este meteórologo, se realizan varios cálculos al día para predecir el tiempo de varias jornadas. Se aplica una fórmula concreta. Cuando el pronóstico es a más de diez días, se realiza otro, en el que “la fiabilidad baja”.

Miércoles Santo de 2005. El Baratillo se quedó sin salir por la lluvia.

También se aplica un cálculo diferente cuando se vaticina cómo será una estación meteorológica. En el caso de la primavera de 2023, se han obtenido distintos porcentajes sobre su posible comportamiento. Por orden de importancia, el 40% de los cálculos prevé que sean unos meses más húmedos de lo normal. La lluvia de estos días podría ser una señal, en ese sentido. El 35% adelanta que será “normal” (dentro de los valores más repetidos en esta época del año) y un 25%, que será más seca.

Con la llegada de la primavera, la Aemet da a conocer un balance del invierno y también adelanta, a través de dichos cálculos, cómo se comportará la primavera, siempre dentro de la prudencia que requiere este tipo de previsiones. Ahí ya podría haber un pronóstico meteorológico oficial sobre la Semana Santa, que se celebra diez días después. El año pasado la presencia de la lluvia desbarató el Lunes Santo y dejó huérfano de cofradías el martes.