Es una de esas crónicas que nunca nadie desea trazar. El Domingo de Ramos 2024 se guarda, automáticamente, en el cajón del olvido para los cofrades. La lluvia, cuya presencia estaba prácticamente asegurada a lo largo de la tarde, impidió el normal transcurso de la jornada y todo pasa a ser un mal sueño. 

En El pájaro morado realizamos una crónica acerca de lo que ha deparado este día en el que un solo cortejo, el de la Borriquita, completó su estación con normalidad. La Paz decidió salir pero su palio se volvió en la Borbolla mientras que el paso de misterio se refugió en la Catedral. Jesús Despojado y la Cena (a esta última le llovió al salir del templo metropolitano) permanecen, junto al Señor de la Victoria, en la Catedral a la espera de regresar a sus respectivas sedes canónicas. El resto de hermandades decidieron no salir.