El Rocío de la Macarena y una casa en la Aldea: contexto, problemática y situación actual
Varias familias denuncian haber sido expulsadas de sus viviendas y reivindican su "titularidad"
La hermandad se desvincula de este suceso, que se remonta años atrás y se relaciona con constructora original, causante del problema
Fernández Cabrero, pregonero de la Semana Santa de la Macarena de Madrid 2026
Las imágenes comenzaron a difundirse con notoriedad e impacto en los compases finales del pasado fin de semana, especialmente a través de las redes sociales, principal altavoz y plataforma de hechos noticiosos en estos tiempos. La hermandad filial de Nuestra Señora del Rocío, del barrio de la Macarena, se encontraba desarrollando la peregrinación extraordinaria en la Aldea del Rocío, prevista para los días 4 y 5 de octubre. Durante la celebración de una serie de actos religiosos, un grupo de personas aprovechó la coyuntura para manifestarse, generalmente, contra la idea de la hermandad -en estado embrionario y aprobada en cabildo de hermanos por amplia mayoría- de adquirir una parcela ubicada en los números 13 y 14 de la Plaza del Acebuchal, en la Aldea del Rocío.
Los manifestantes, en sus proclamas, señalaban ser propietarios de varias estancias este inmueble, negándose por tanto a una posible y futura venta a la corporación hispalense al entender y defender la posesión legítima de las mismas. Sin embargo, esta problemática se remonta varios años atrás, cuando numerosas familias, que acceden a la promoción de este inmueble previa puesta en venta por parte de un particular, se encuentran con el tiempo con que el propietario inicial entra en quiebra, por lo que una entidad bancaria termina adquiriendo la titularidad de dicho inmueble.
Fuentes directas de la corporación macarena, en declaraciones a este periódico, indican que estos manifestantes nunca han sido propietarios, sino usufructuarios, puesto que en un primer momento se presenta un documento de usufructo vitalicio. "Se han fallado varias sentencias del juzgado de la Palma y en todas ellas se recoge que no son propietarios. La parcela la acaba absorbiendo el banco, que se queda con la deuda, embarga la propiedad y la saca a subasta pública, resultando desierta", señalan dichas fuentes.
Al cabo del tiempo, un nuevo empresario, tras el ofrecimiento de este bien por parte de la institución bancaria, decide comprar este inmueble, "que la adquiere legítimamente. En concreto, la actual propietaria es la sociedad 1548 El Real S.L", apuntan dichas fuentes y según expone de igual modo la hermandad en un comunicado recientemente publicado. Así consta "en el Registro de la Propiedad de la Villa de Almonte y Decreto de Juzgado de Primera Instancia e Instrucción nº3 de la Palma del Condado, con fecha 30 de julio de 2024", por el que se adjudica el bien a dicha entidad por algo más de 3,5 millones de euros.
Cuando esta sentencia se convierte en firme, los demandantes ya no podían regresar al inmueble y a las estancias, puesto que se otorga posesión y dominio al dueño actual. Es decir, cuando se embarga la propiedad por el banco, se pierde todo rigor jurídico. "No han ido a manifestarse contra el actual propietario, que la adquirió legítimamente. Nunca fueron propietarios, siempre ha sido un inmueble indiviso. Ahora hay causas abiertas por el modo en que se les ha desalojado, pero no por la legítima propiedad", abundan las fuentes.
Ya el pasado mes de mayo, los manifestantes informaron en Canal Sur TV, en representación de su abogado, que eran "titulares de derecho de uso y habitación con carácter privativo, cada uno con habitación comprada en 2006 en adelante, en posesión de cada apartamento y el edificio, si bien la constructora entró en concurso de acreedores", denunciando incluso que "no podían entrar a por sus cosas en casa" al sentirse "coaccionados y encontrándose cerraduras cambiadas y con cerrojos nuevos, con cortes de agua y situando pletinas en puertas traseras para que nadie pudiera entrar y salir".
La hermandad, "ajena"
El hermano mayor del Rocío de la Macarena, Mario Niebla del Toro, señala a esta cabecera su deseo de que "se sepa la verdad absoluta de que la hermandad es ajena a la realidad de ese edificio y a la situación que estos señores han pasado. Hemos aparecido después de todos estos episodios ajenos a nosotros; si no es la hermandad, podría haberle ocurrido a cualquiera".
En este sentido, la corporación vuelve a reseñar que, a día de hoy, no existe ningún contrato de arras ni compromiso alguno de adquisición de dicho inmueble, "manteniéndose el interés en la posible compra únicamente como proyecto futuro, condicionado a la obtención de donativos necesarios y, en todo caso, a la autorización expresa de la autoridad eclesiástica competente", y que por tanto no hay "ningún vínculo jurídico ni compromiso contractual con el citado inmueble". Se lamenta igualmente que dichas protestas vayan encaminadas a la corporación como posible compradora y no al causante de esta compleja situación, indicando además que este hecho acontecido con la hermandad "atenta contra el derecho a la libertad de culto, que es uno de los principios fundamentales de nuestro Estado democrático".
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