Vuelven las colas del 2 de marzo al convento de las Hermanas de la Cruz

Es el único día en que se puede visitar la habitación de Santa Ángela de la Cruz

Se cumplen 93 años de la muerte de la fundadora de la compañía

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La larga cola de devotos para entrar en el Convento de las Hermanas de la Cruz este 2 de marzo.
La larga cola de devotos para entrar en el Convento de las Hermanas de la Cruz este 2 de marzo. / Redacción Sevilla

El día de las colas y las violetas. Es 2 de marzo en la calle Santa Ángela de la Cruz. No hace falta mirar el calendario para saberlo. Desde bien temprano la hilera de personas que aguardan para entrar en el convento de las Hermanas de la Cruz ocupa buena parte de esta céntrica vía. Ganan peso entre sus integrantes las mujeres, de la capital, de la provincia y de otros puntos de Andalucía. Es el día en que se conmemora la muerte de la fundadora de la compañía, elevada a los altares y de santidad reconocida de manera popular desde antes de fallecer, en aquellos anticlericales años de la II República.

No importa que sea domingo. Para las devotas de Santa Ángela los festivos no suponen ninguna excusa para dejar de acudir a la cita. Hace 93 años fallecía la zapatera que adelantó con sus obras el concepto de caridad tan vigente en la actualidad. "Hacerse pobre con los pobres". "Pisotear el yo". Junto con el ahora beato Torres Padilla, fundaron la compañía que sigue dando sus frutos 150 años después de que se constituyera, efeméride que se celebra este domingo con una misa presidida por el párroco de Santa María la Blanca, Miguel Ángel Núñez.

La imagen de esta jornada demuestra dicho fervor. Cuando el reloj apenas pasa de las diez de la mañana, la cola de fieles para entrar al cenobio supera ya la puerta del Colegio San Francisco de Paula. La mayoría de los presentes son mujeres. Aunque también hay hombres. No hay quien se olvida de llevar violetas, la flor que simboliza la humildad y que siempre adorna el altar donde se venera el cuerpo incorrupto de la santa. Violetas (que no son fáciles de conseguir) o una flor similar.

La cola llega hasta el Colegio San Francisco de Paula.
La cola llega hasta el Colegio San Francisco de Paula. / Redacción Sevilla

Reconocimiento en la II República

Cada 2 de marzo se visita la habitación donde murió Santa Ángela, que falleció después de meses de sufrimiento a raíz de un derrame cerebral. Perdió la vida en los albores de la II República. Pese a tratarse de una época de marcado carácter anticlerical, sevillanos de todo tipo de creencia e ideología acudieron a despedirla durante los cuatro días que se mantuvo su capilla ardiente. Hasta tal punto había llegado el reconocimiento por su labor a favor de los más pobres, que el Ayuntamiento aprobó inmediatamente que a partir de entonces la calle denominada Alcázares fuera llamada con su nombre. El fanatismo político de aquellos años se diluía ante una figura indiscutible.

Cuando han pasado 93 años de su muerte, la huella de Ángela Guerrero sigue muy presente en la ciudad. Lo está todos los días, con las visitas a la capilla donde se venera. Pero especialmente en esta jornada, un Domingo de Carnestolendas en el que, entre besamanos, traslados y funciones principales de hermandad, un reguero de personas permanecen fieles a la cita con una de las mayores devociones religiosas del siglo XX en Sevilla. La huella de Santa Ángela es indeleble.

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