Sevilla

Alberto Moriña: Un portavoz joven, mesurado y muy bético

  • Licenciado en Historia, habitual del centro y todo un 'JASP' del PSOE local

Es un habitual de las calles del centro. De esas personas cuyo rostro va asociado a la vida cotidiana de la Plaza del Duque y la calle Feria. Alberto Moriña Macías (Sevilla, 1978) es licenciado en Historia por la Universidad de Sevilla y no oculta su vocación por la enseñanza, que se prepara para ejercer el día que las circunstancias consideren clausurado su currículum político. El nuevo portavoz del grupo municipal socialista es curiosamente más de escuchar que de hablar, suele seguir a rajatabla hasta ahora la norma no escrita que insta a no decir en política una palabra más alta que otra. Dicen quienes le tratan con asiduidad que su carácter es extraordinariamente afable tanto con sus compañeros socialistas como con los populares. Por estas características se le define como una rara vais en un mundillo de la política cada vez más árido y donde hay menos rincones para el entendimiento y la camaradería en el trato personal con los rivales. Y también por eso chocó el desliz verbal que tuvo para con la figura de la entonces portavoz Maribel Montaño al salir de la penúltima reunión del grupo socialista. Ambos se abrazaron ayer en la escenificación de una unidad forzada.

Moriña es alcalde de Triana, donde lidia con la plataforma contraria a la peatonalización. En sus ratos de asueto se le ve por la Bodega Vargas, en la calle Rodrigo de Triana, muy cerca de la sede del distrito, y por todo un clásico del arrabal, el bar Santa Ana, con cuyo duelo tiene amistad. Es también un asiduo de la Plaza de los Carros y de la Hermandad de Montesión, a la que está ligado por su familia política.

Ahora experimentará el vértigo de pasar de una delegación maría, la de Cooperación, a un puesto de primera línea de batalla política, la portavocía de un grupo dividido con uno de los bandos en proceso de disminución. Moriña irrumpe en la escena pública municipal con un perfil discreto como aval, integrado en las filas de los vencedores y con todas las bendiciones de Susana Díaz, secretaria de organización del PSOE de Andalucía, con quien mantiene una estrecha amistad.

En el PSOE da rienda suelta a su vocación política desde joven. En Heliópolis desarrolla su afición balompédica, que es su auténtica pasión. Luce chalecos de cuello de pico, deja asomar los bajos de la camisa de acuerdo con la última tendencia casual sport, frecuenta el callejero céntrico de la ciudad y es mesurado tanto en su conducta como en sus apreciaciones. Podría ser considerado un JASP del PSOE local, un valor que reverdece en tiempos de pugnas.

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