En plena crisis por la falta de médicos en Andalucía, denunciada por los sindicatos y reconocida por las administraciones, la comunidad destaca como un polo de atracción para los especialistas que han cursado su titulación en el extranjero. Un total de 2.343 facultativos procedentes de otros países estaban registrados en los colegios de médicos andaluces hasta el año pasado a fin de poder ejercer su profesión en la sanidad andaluza, lo que representa un aumento del 60% sólo en la última década.

Este aumento de las incorporaciones de extranjeros a la sanidad andaluza ha sido progresivo desde 2001. No obstante, y según ha apuntado este martes el presidente del Consejo Andaluz de Colegios de Médicos (CACM), Jorge Fernández Parra, durante la presentación del Informe de Demografía Médica en Andalucía 2022, tuvo, precisamente el año pasado, un mínimo descenso en comparación con el año anterior (59 menos), "por la actualización de datos de colegiados, que han pasado a adquirir la nacionalidad española", según ha explicado.

Con todo, el número de médicos extranjeros colegiados en Andalucía ha pasado en una década de 992  a 2.343. La cifra es más llamativa si se comparan los datos con el inicio del nuevo milenio, cuando, en 2001, el número de facultativos de fuera que formaban parte de la plantilla sanitaria andaluza apenas era de 390.

Por provincias, Málaga destaca como el destino preferido por los médicos que vienen de fuera, con 820 facultativos colegiados. Sevilla, por contra, es la provincia con menos plantilla extranjera según estos datos, con apenas 90. Por su parte, se cuantifican 339  en Almería, 321 en Cádiz, 220 en Jaén, 215 en Huelva, 196 en Granada y 142 en Córdoba.

En el otro lado de la balanza, la fuga de médicos y, como consecuencia, la escasez de facultativos que tanto denuncian sindicatos y organizaciones médicas, sigue siendo "la gran preocupación" del sector, como ha destacado este martes Jorge Fernández Parra. "El problema es alarmante", ha llegado a reconocer.

Con todo, los datos hablan por sí solos. En 2022 el número de médicos colegiados activos volvió a descender en Andalucía tras el importante incremento de 2020, año del estallido de la crisis sanitaria del coronavirus en el que todas las manos eran pocas. Entonces se llegó a engrosar la plantilla sanitaria hasta alcanzar los 35.905 médicos. Un dato nada desdeñable teniendo en cuenta que con fecha de 2019, es decir, en la etapa prepandémica, los facultativos en activo en la comunidad apenas superaban los 33.000. Tras ese aumento de hace dos años, en 2021 la cifra de galenos cayó hasta los 35.756 y el año pasado perdió 131 más, es decir, descendió hasta los 35.625.

Detrás de estos datos, según ha comentado Fernández Parra, los médicos que se van fuera de la comunidad "en busca de mejores condiciones laborales" y, sobre todo, la acuciante jubilación que persigue al colectivo desde hace décadas, con una amplia representación del mismo con edades por encima de los 55 años, "sin que haya una reposición suficiente de médicos jóvenes", ha apuntado.

Casi mil traslados en un año

Así, todo, por un lado, según los datos del Consejo Andaluz de Colegios de Médicos, 927 facultativos pidieron traslado el año pasado, la mayoría (432) para irse a otras provincias españolas. Una cifra similar, 430, se movió el último año dentro de la comunidad autónoma. El año anterior se fueron 914 médicos andaluces y en 2020 se superó el millar (1.002).

De las cifras se desprende que se ha ralentizado el ritmo con el que los médicos especialistas se van al extranjero y apenas el 8% de los traslados registrados tenían destinos fuera de nuestras fronteras (75). En este caso, destaca Sevilla, con 183 traslados en 2022 y Almería, con 63, en el lado opuesta como la provincia desde donde menos facultativos emigraron el pasado año.

Por su parte, el 35% de los médicos andaluces en activo tienen más de 55 años. Un total de 12.568 especialistas. Y es previsible que se jubilen en los próximos 10 años, "lo que supone la necesidad de convocar más plazas MIR en los próximos años para incrementar el número de médicos especialistas", ha apuntado el presidente de los médicos andaluces, que exige la adopción de "medidas razonables" para paliar este problema. El número de colegiados en activo mayores de 65 años, por su parte, supone el 11,4% de la colegiación, alcanzando la cifra de 4.099.

"Se necesitan medidas a corto plazo para mejorar las condiciones laborales de los médicos para que no se vayan fuera, pero también medidas a largo plazo, partiendo de la cuantificación del número de facultativos que hacen falta", apostilla Fernández Parra, quien ha hecho hincapié en la siguiente conclusión recogida en el informe: "Si tenemos en cuenta los facultativos que se jubilan al año (unos 2.125) y las plazas MIR que se cubren (1.339 plazas en 2022) esto supondría un déficit aproximado de unas 786 plazas MIR cada año".

Así, desde el Consejo Andaluz de Colegios de Médicos reclaman a las administraciones el aumento de número de plazas MIR para seguir formando especialistas. "La solución no es que aumenten las plazas en las facultades de medicina, porque luego nos encontraremos con el embudo del sistema MIR. Es fundamental ampliar las plazas MIR, necesitamos más médicos tutores y fomentar la formación de los residentes", ha dicho Fernández Parra.

Por otro lado, al analizar dónde trabajan los médicos en activo se refleja que de los 35.625, el 64% trabaja en la sanidad pública, el 25% en sanidad privada y un 11% en sanidad mixta.

También se ha expuesto este martes cómo la feminización de la profesión médica continúa creciendo. "Observamos un ascenso que se repite durante el 2022. Aunque la población médica femenina supone el 49,3% de la colegiación, frente al 48% de 2021, de los 1.701 nuevos colegiados 1.019 son mujeres y 682 hombres", recoge el informe del CACM, que también apunta que las especialidades que cuentan con más mujeres son las clínicas, mientras que las quirúrgicas siguen contabilizando a más hombres.

Con todo, el presidente de los médicos andaluces ha insistido que "médicos faltan en todas partes", por ello, apuesta por "hacer atractiva la profesión", sobre todo la Atención Primaria, "para que los médicos se quieran quedar". "Si no lo hacemos, el aumento de las plazas MIR o del número de facultades de Medicina, no es una solución a corto plazo", sentencia.