Calidad docente y fidelización de sus residentes. Dos claves que, además de formar un pareado, son, unidas, las bases del éxito del Área de Gestión Sanitaria Sur para retener talento formado en sus centros sanitarios. De hecho, el prestigio adquirido por esta área sanitaria en formación le asegura cada año no sólo la rápida elección de sus plazas MIR para una especialidad, la de Medicina Familiar y Comunitaria, en crisis en los últimos tiempos por su falta de atractivo, sino también el ser la primera opción de destino laboral de sus residentes con la cobertura de todas sus plazas a contratar.

María Victoria Rodríguez es la coordinadora de la docencia de esta especialidad, que se integra en la Unidad Docente Multiprofesional de Atención Familiar y Comunitaria de Sevilla, que, a su vez incluye un total de cinco distritos y áreas sanitarias, y destaca la calidad docente como "garantía de una Medicina de calidad". "Es hacia dónde dirigimos y orientamos nuestros esfuerzos, teniendo el trabajo en equipo como principal herramienta", defiende.

Rodríguez explica que esta zona sanitaria aplica en su estrategia docente la línea de I+i lanzada desde la Consejería de Salud y Familias como uno de sus objetivos prioritarios para mejorar la investigación e innovación dentro de un escenario de coordinación asistencial entre atención primaria y atención hospitalaria y que esta área sanitaria abarca una treintena de centros de salud con dos hospitales, cuatro centros periféricos de especialidades y tres hospitales de alta resolución, que la convierten en la más amplia de Andalucía.

Premio nacional al Mejor Trabajo Fin de Residencia

Fruto del prestigio de todo ese engranaje, el premio que otorga cada año la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria al Mejor Trabajo Fin de Residencia del país, dirigido a médicos internos residentes de esta especialidad médica, ha recaído en su edición de 2022 sobre cuatro profesionales del Área de Gestión Sanitaria Sur de Sevilla. Este reconocimiento nacional se traduce en la acentuación del prestigio de la calidad docente de dicha área sanitaria que está repercutiendo durante los últimos años en la fidelización de sus residentes. El trabajo está realizado por las entonces residentes de Familia Carmen Aguayo, Yolanda Domínguez, Isabel Ruiz y Pilar Vaquero, bajo la tutoría del médico del servicio de Urgencias del Hospital de Valme, Francisco Ruiz.

De izquierda a derecha, las premiadas, Yolanda Domínguez, Isabel Ruiz, Carmen Aguayo y Pilar Vaquero.

Se trata de cuatro profesionales que en la actualidad ya han concluido su periodo formativo de residencia y que han elegido como destino laboral quedarse trabajando en centros del Área de Gestión Sanitaria Sur de Sevilla, donde han desarrollado previamente su especialización. En concreto, Pilar Vaquero en el centro de salud de Arahal; Yolanda Domínguez en las Urgencias del Valme; e Isabel Ruiz y Carmen Aguayo en Urgencias del Hospital de de Utrera. 

"La mejor señal que demuestra que nos han cuidado con formación de excelencia y con trato exquisito es nuestro sentimiento de orgullo de pertenencia a este área sanitaria y la correspondiente fidelización que se genera con los residentes de familia", apuntan estas profesionales.

El galardón recibido pone en valor un trabajo centrado en un análisis de la prevalencia de la hemorragia cerebral durante el periodo de confinamiento y desescalada de la pandemia de Covid-19 atendidas en la Urgencias del Hospital Valme. El premio se ha entregado recientemente en el XLII Congreso de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria, en el cual se congregó a más de un millar de asistentes y donde la consecución del galardón tuvo que competir con los trabajos presentados por residentes de Medicina Familiar y Comunitaria de todo el país.

En concreto, el estudio se basa en un análisis observacional descriptivo transversal retrospectivo de revisión de historias clínicas de pacientes que acudieron a las Urgencias del Valme con diagnóstico al alta de hemorragia cerebral espontánea y postraumática desde el año 2017 hasta 2020. Este examen se llevó a cabo con un total de 136 pacientes que cumplieron criterios de inclusión del estudio, es decir, tener una edad superior a los 18 años y confirmación diagnóstica de esta patología.

El objetivo del mismo perseguía hacer una comparativa de la prevalencia en un mismo periodo (15 marzo-21 junio) del 2020 con los tres años previos con el fin de esclarecer la posible influencia de la pandemia. De forma paralela analizaba también los factores relacionados con sufrir hemorragia cerebral junto a la generación de un perfil clínico, ambiental y farmacoterapéutico del paciente susceptible.

Las conclusiones aportadas han confirmado una menor prevalencia de hemorragia cerebral durante el confinamiento y la desescalada en el año 2020 respecto a los tres anteriores, puesto que en el periodo estudiado en el primer año de la pandemia se produjeron 28 casos frente a los 44 del 2019 o los 40 del 2018.

Asimismo, recoge el estudio, hay un mayor predominio de esta patología en mayores de 80 años; la totalidad de las hemorragias traumáticas por caídas del año 2020 se produjeron en domicilio frente a la media de los tres años previos que correspondió al 51%; y durante el confinamiento estricto, la mayoría de las hemorragias fueron no traumáticas.

Por otro lado, entre los factores relacionados con esta patología, estas profesionales destacan la hipertensión y la polifarmacia como factores clínicos más prevalentes en el paciente con hemorragia cerebral.