La Policía Nacional está investigando el atraco ocurrido hace unos días en un estanco de la avenida de Hytasa. Un delincuente irrumpió en el local armado con un arma de fuego y amenazó a una de las empleadas para obtener una determinada cantidad de dinero. El robo se produjo la noche del día 4 al 5 de enero en el establecimiento ubicado en el número 151 de la avenida de Hytasa, que está abierto al público las 24 horas.

El atracador fue descrito por los testigos como un hombre de aproximadamente 1,75 metros, con barba y que vestía un abrigo de color verde. Después, huyó en dirección a la avenida Ocho de Marzo. El estanco está situado justo en una rotonda que conecta la avenida de Hytasa con esta calle. El delincuente actuó en solitario y se marchó a pie, o al menos nadie lo vio subirse en algún vehículo.

Por el momento, el Grupo de Atracos de la Policía Nacional está investigando los hechos y no hay ninguna persona detenida en relación con este robo con violencia. Es el segundo asalto que se produce en un estanco en Sevilla en menos de un mes. El anterior ocurrió el 8 de diciembre en un establecimiento también abierto las 24 horas en San Jerónimo. Precisamente el propietario de este local, que resultó herido en aquel robo, es el mismo que el de la avenida de Hytasa.

En el asalto sufrido en San Jerónimo, el estanquero fue golpeado en reiteradas ocasiones por cuatro encapuchados que destrozaron uno de los cristales para entrar en el establecimiento. Los ladrones iban armados con un azadón o un hacha. El comerciante no pudo precisar qué herramienta era, pero sí que era de ese tipo, con un mango y una hoja cortante. El hombre sufrió varias contusiones y un corte en la cara, pero ninguna de estas lesiones es grave.

Los hechos ocurrieron sobre las doce y media de la madrugada del domingo 8 de diciembre en el estanco ubicado en la calle Navarra, a la altura de la confluencia con la calle Burgos. El estanquero estaba preparando la inauguración del local, que iba a abrir precisamente durante el puente de la Inmaculada.

Por ello, el hombre se encontraba en el almacén a las doce y media de la noche, colocando el género que había comprado ese mismo día y preparando la tienda para su próxima apertura. Estaba solo en este momento cuando sintió un fuerte golpe en uno de los cristales que da a la calle Navarra. Salió del almacén y se encontró con cuatro encapuchados que pretendían acceder al interior, algo que consiguieron tras un segundo golpe en el cristal con la herramienta que llevaban.

El propietario trató de refugiarse de nuevo en el almacén y los ladrones lo persiguieron. Intentó mantener la puerta del almacén cerrada pero los delincuentes la abrieron de un golpe, que le provocó una de las lesiones que sufre. Luego le propinaron varios golpes más.