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El Ayuntamiento renegociará con Sevilla y Betis sus deudas tras incumplir los pagos

  • El Fisco local rompió el pasado noviembre un acuerdo con el club nervionense para fraccionar un débito de casi 2 millones en 20 meses. La intervención del Betis le exime de abonar nada ahora.

Los dos clubes de fútbol de la ciudad figuran como dos de los principales morosos con la Hacienda local desde hace años. Ni el Sevilla ni el Betis están al corriente del pago de los impuestos municipales, una situación que se arrastra desde hace más de una década. La cuenta supera los cinco millones de euros y, a pesar de los numerosos intentos realizados desde el Ayuntamiento de Sevilla para ponerla a cero, estas entidades se han ido declarando en rebeldía para no cumplir los acuerdos, aludiendo a sus dificultades financieras.

El último data de febrero de 2011 y se anuló nueve meses después, una vez que el nuevo gobierno de Juan Ignacio Zoido comprobó el reiterado incumplimiento de los acuerdos. Desde entonces el alcalde, que mantiene una buena sintonía con ambos clubes de fútbol, busca una solución satisfactoria para ambas partes: las empresas y la ciudad. Y la negociación, que no avanza al ritmo previsto, parece que se retomará en las próximas semanas, de forma que los acuerdos se sellen antes del inicio de la siguiente temporada.

Tanto el Sevilla FC como el Real Betis Balompié confirman que la negociación está en marcha, aunque todavía quedan muchos aspectos por cerrar y, por prudencia, rechazan explicar con más detalle cuáles son las condiciones que hay sobre la mesa.

La situación de la entidad bética es diferente a la sevillista, dado que está en concurso de acreedores, que todavía no se ha resuelto. El Ayuntamiento, por tanto, ha pasado a ser un acreedor más en su lista y la capacidad de negociación es limitada, pues en estos momentos no puede exigir al club el pago de la deuda. No obstante, puesto que lo que se negocia es un cobro en especie, mediante compensaciones que no son económicas, el club verdiblanco participa en las reuniones, en las que muestra una excelente disposición para colaborar, según confirman fuentes municipales.

Por ahora se desconoce si el Ayuntamiento pretende cobrar en euros, al menos una parte, o la deuda se compensará -condonarla sería ilegal- con otro tipo de pagos. Es un detalle de la negociación que no ha trascendido. Cobrarla en dinero contante y sonante ya se intentó hace un año. De hecho, según la documentación consultada por este periódico, el Sevilla solicitó a la Agencia Tributaria de Sevilla en febrero de 2011 el fraccionamiento de una deuda contraída con el Ayuntamiento de Sevilla por un importe de 1.964.292 euros, lo que se estima una parte de lo adeudado. El Fisco local aceptó esta petición y fijó el pago en 20 plazos con periodicidad trimestral, un acuerdo que permitiría al Sevilla FC saldar su cuenta pendiente antes de marzo de 2016. Esta operación no fue fácil: el Ayuntamiento requirió al club nervionense un aval bancario que no pudo conseguir. Sin embargo, presentó como garantía la finca propiedad de la sociedad donde se ubica la ciudad deportiva, en Villanueva del Pítamo, con una superficie de diez hectáreas.

Es difícil precisar a cuánto asciende la deuda de los clubes de fútbol. Éste es un dato que a ninguna de las partes les interesa confirmar, puesto que la negociación está abierta, pero, según las informaciones que maneja este diario, superan ya los cinco millones de euros. Y va en aumento, puesto que los clubes no han mostrado aún voluntad alguna de ir abonando los recibos en concepto de IBI, IAE, circulación de vehículos, plusvalías e impuestos de obras. Y la cuenta va engordando mes a mes.

Además, lo primero es fijar la deuda reconocida, puesto que el Sevilla ha asegurado en otras ocasiones que el débito estaba compensado en virtud de los acuerdos firmados con los anteriores gobiernos municipales, sobre todo en la etapa de Alfredo Sánchez Monteseirín. Pero esto nunca se ha cumplido al ciento por ciento, por lo que no sería lógico dar por hecho que la deuda está saldada. El nuevo equipo de gobierno así lo entiende. La cuenta del club nervionense es superior a la del Betis, pues ésta, según se recogía en un informe de la administración concursal de marzo de 2011, ascendía entonces a algo más de dos millones de euros.

Los intentos municipales por acabar con esta morosidad se han ido sucediendo a lo largo de los últimos años sin éxito. En 2002, en el primer mandato de Monteseirín, el Ayuntamiento selló con los clubes un convenio para compensar los impuestos impagados a cambio de contraprestaciones después de intentar el embargo por cuatro veces consecutivas y fallidas, pues las cuentas bancarias a nombre de las entidades tenían saldos ínfimos. No obstante, sí se ha logrado embargar pequeñas cantidades.

En los últimos diez años la deuda habría aumentado al menos un 40%. En 2005 el Ayuntamiento inició una polémica operación político-financiera, pues el Betis y el Sevilla recibieron un trato de favor en su relación con el Fisco local, a pesar de ser sociedades anónimas, gracias a que el Pleno aprobó una transferencia a la denominada Oficina de Relaciones Exteriores de casi un millón de euros para el pago de cuentas pendientes de la candidatura olímpica de Sevilla 2012 con el Sevilla y el Betis. Se supone que esta solución jurídica saldó la cuenta, pero en 2008 la deuda acumulada de nuevo por los clubes ascendía a más de dos millones, lo que obligó al Ayuntamiento a plantear otro convenio que se encontró con los reparos de la Intervención y la Secretaría General del Ayuntamiento, que consideraron necesarias otro tipo de contraprestaciones que no se habían dado hasta la fecha. En resumen, el acuerdo consistía en el reparto de entradas para partidos de Primera División -no localidades para ver los partidos en las ciudades deportivas- y publicidad de los clubes, por ejemplo, en la televisión municipal que, por otro lado, tendría un trato preferente en los estadios. Además de varios palcos VIP reservados para el Consistorio. Éstos fueron algunos de los detalles de dicho convenio, pues no trascendió íntegramente.

El último movimiento del anterior gobierno local lo hizo Monteseirín a primeros del año pasado, cuando los clubes volvieron a firmar con el Ayuntamiento un protocolo que evidenciaba la intención municipal de seguir adelante con este trato favorable hacia los clubes. Quizás lo más polémico de este nuevo pacto, según reveló ya este periódico, es un convenio que el entonces alcalde llevó a la junta de gobierno diez días antes de las elecciones municipales que dieron el triunfo al PP y que fijaba compensar la deuda tributaria del Sevilla FC acumulada y la de los próximos cinco años sólo con la compra de localidades. Un millón en entradas para ver el fútbol por año. Con este acuerdo, más el fraccionamiento del pago solicitado, el club de Nervión se pondría al corriente con el Fisco local.

El cambio en la Alcaldía frenó esos planes. Zoido tendió desde un primer momento la mano a los clubes, que han mostrado un apoyo sin fisuras al Ayuntamiento, materializado en acciones conjuntas con motivo de la Copa Davis, por ejemplo. El convenio del PP con Sevilla y Betis está por cerrar y, de momento, parece que las peticiones de recalificación urbanística realizadas en distintos momentos por los clubes no está en el orden del día.

Por ahora, la armonía es total. Zoido cedió el Alcázar al Sevilla y el Betis en octubre para presentar sus nuevas equipaciones y se ha fotografiado hasta en dos ocasiones más haciendo piña con los presidentes de los clubes. El derbi celebrado el pasado miércoles, aplazado desde enero, sirvió al alcalde para mostrar su compromiso con los clubes, que ya colaboran con el Ayuntamiento ofreciendo entradas para su sorteo en la televisión municipal, por ejemplo. Pequeños pasos en un acuerdo global que se espera cerrar antes de agosto.

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