El año pasado la Dirección General de Tráfico (DGT) concluyó que implantar un carril reservado (Bus-VAO) para autobuses públicos y vehículos con un mínimo de dos ocupantes en el acceso a Sevilla desde el Aljarafe (autovía A-49) mejora con creces los tiempos de llegada y alivia la circulación.

La puntualidad de los autobuses metropolitanos mejoró en aquella prueba piloto entre 5 y 10 minutos, mientras los tiempos de los vehículos privados con alta ocupación que usaron este carril reservado tardaron un 30% menos de tiempo que los que iban por la calzada principal.

La prueba se hizo en la semana de la movilidad en el lado izquierdo de la autovía, de 07:00 a 09:00, desde el enlace de Gines y Bormujos y hasta la capital, además de cortar la entrada por el puente del Patrocinio a los vehículos procedentes de la SE-30.

Así pues, se ha demostrado que esta es una de las soluciones claras para reducir el colapso circulatorio que sufren a diario los accesos a la capital andaluza por esta zona. La pregunta es por qué la DGT ha dejado pasar un año y no la implanta, ni siquiera en los días en que se espera mayor avalancha de ciudadanos a Sevilla, como ha sucedido este fin de semana pasado.

El Ayuntamiento de Sevilla opina que la puesta en funcionamiento de este carril Bus-VAO puede ser una de las soluciones, aunque reconoce que no se puede hacer de la noche a la mañana. El problema, como recalca José Lorenzo, director de Movilidad, está en el poco atractivo sistema de transporte público: “Los autobuses son poco eficaces por el modelo de baja densidad (urbanizaciones) con el que se ha desarrollado el Aljarafe. Eso hace que los vecinos se decanten por el vehículo privado en tal número que el 80% de los coches que vienen del Aljarafe a Sevilla transportan a una sola persona”.

Otra solución para aliviar las entradas a Sevilla es dotar a la ciudad de un transporte público más amplio y eficaz y que circule por carriles reservados, de forma que dé un servicio adecuado a los casi 700.000 habitantes de la ciudad más los procedentes de los municipios del entorno.

Eso incluye ampliar el Metro a las tres líneas que faltan y dotar a la ciudad con más líneas rápidas de autobús, como las exprés que funcionan en Sevilla Este y, desde ayer, en Pino Montano, que conectan estos barrios periféricos con el centro en un tiempo aproximado de media hora. Tamibién funciona, con menos usuarios, la línea rápida que une el metro de Blas Infante con la Cartuja.

Mientras esperamos más líneas de Metro y más líneas rápidas de autobús, la DGT podría implantar el carril reservado en la A-49, y el Ayuntamiento reforzar las líneas de Tussam en fines de semana clave, como hace en Navidad, y ampliar los carriles reservados en la ciudad para que los autobuses no se mezclen con el tráfico.