Casa Ozama se queda sin sala de fiestas

La hostelería y el ocio nocturno han sido dos de los sectores más golpeados por la pandemia. Restaurantes, discotecas y salas de fiestas no sólo tuvieron que cesar sus actividades de un día para otro por la crisis del Coronavirus, sino que, además, han sido los últimos negocios en poder abrir con normalidad. Muchos no se recuperaron y tuvieron que cerrar definitivamente. Otros apostaron por transformarlo al estilo de los clubes neoyorquinos, en el que se fusiona el concepto de restaurante con bar de copas, música en directo y pista de baile con un atractivo diseño de interiorismo. En Madrid proliferan por todos los distritos. Y esa era la idea de uno de los sitios de moda de Sevilla, Casa Ozama.

La Gerencia de Urbanismo ha desestimado la petición realizada por el restaurante del grupo Ovejas Negras junto a algunos de los socios de María Trifulca para conseguir una calificación ambiental para que el negocio también se convierta en una sala de fiestas después de la cena. La explicación dada por los técnicos es que el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) no contempla ese uso en la parcela enclavada en el número 59 de la Avenida de la Borbolla.

En el expediente realizado por el Servicio de Licencias e Inspección Urbanística se argumenta que la solicitud fue presentada por la empresa Café Ozama S. L. el pasado 10 de septiembre. Tres meses más tarde, solicitó el reconocimiento de que se ha producido silencio administrativo positivo. El acuerdo recurrido se motiva en un informe técnico desfavorable del 13 de diciembre de 2021.

Los técnicos detallan que la edificación del Porvenir cuenta con un nivel de protección global B al encontrarse en el entorno del Parque María Luisa, un Bien de Interés Cultural (BIC), y explican que conforme establece el artículo 10.2.24 del Plan General vigente, “los usos permitidos en estas parcelas serán los regulados por las correspondientes fichas del catálogo del Plan Especial del Sector 24, estableciendo para la parcela como usos permitidos el residencial bifamiliar, oficinas, docente, SIPS, garaje y comercial”.

Al respecto, indica Urbanismo que la denominación de los usos se corresponde con la establecida por el PGOU en vigor en el momento de la aprobación del referido Plan Especial, encuadrándose el uso de sala de fiestas dentro de los espectáculos públicos y salas de reunión definidos por el artículo 4.29 del referido PGOU, no estando dicho uso dentro de los permitidos en la parcela por el Plan Especial. “Por ello, desde este servicio se estima que no es viable la implantación del uso de sala de fiestas”.

En el documento se añade que “lo anterior se reitera en un informe técnico emitido a la vista de las alegaciones formuladas, en concreto respecto del planeamiento de aplicación, alegación que deriva del cambio de nomenclatura del Plan Especial de El Porvenir y el PGOU de 2006, concluyendo que no cabe lugar a dudas que siguen siendo autorizables los usos y actividades permitidos por el Plan Especial con independencia de la denominación del Plan General vigente, salvo aquellos expresamente prohibidos por el Plan Especial El Porvenir”.

Por último y respecto de la alegación relativa a nulidad del acto por haberse producido el silencio positivo, la Gerencia lo desestima dado que no pueden adquirirse por silencio facultades que contravengan la ordenación territorial o urbanística. “No produciéndose ninguno de los motivos previstos en la ley, por lo que no procede la suspensión solicitada habiéndose desestimado”.

No es el primer expediente que llega a las caracolas de Urbanismo sobre el restaurante Casa Ozama. En septiembre de 2019, la Gerencia ordenó la inmediata paralización de las obras que se realizaban en Villa Ozuma, casa construida por Antonio María Albert. El motivo fue que la rehabilitación difería del proyecto en los siguientes aspectos: se ejecutó la demolición de parte de la fachada del cuerpo auxiliar existente aproximadamente en unos 8,80 metros lineales; se realizó una zanja para su futura cimentación; se demolió un muro de la planta baja de aproximadamente unos cuatro metros lineales; se modificó la ubicación del hueco del ascensor; y se transformó los huecos de paso del edificio.