Césped artificial, alternativa sostenible para las zonas verdes

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04 de diciembre 2019 - 02:00

El césped artificial es un tipo de producto que cada vez se utiliza más en diferentes emplazamientos, tanto a nivel particular, como a nivel comercial. Se adapta a la perfección al lugar de colocación, es estético, muy realista y es complicado diferenciarlo del natural (por lo menos, a simple vista).

En el mercado podemos encontrar diferentes tipos de césped artificial, por lo que tendremos que apostar siempre por el de mayor calidad.

Un buen ejemplo de ello es el césped artificial Realturf que hasta ha conseguido el certificado Zero Waste 2019. Esto quiere decir que la compañía ha logrado su objetivo de vertido cero, que gestionan correctamente los residuos, su impacto en el medio es mínimo, además de otras particularidades que hacen que este tipo de césped sea único.

Si quieres saber más sobre el producto, te animamos a seguir leyendo.

¿Por qué deberías decidirte por el césped artificial Realturf?

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Huella Hídrica

El agua es uno de los recursos naturales más importantes del mundo. La huella hídrica nos indica la cantidad de agua que consume una persona de media al año, y se calcula que es de unos 385 metros cúbicos.

Gracias a este impacto, podemos medir los recursos hídricos que hay en el planeta.

El césped artificial no necesita agua para sobrevivir, por lo que contribuye a reducir la huella hídrica del planeta.

Huella de carbono

Es cierto que el césped artificial no absorbe dióxido de carbono como si que lo hace el natural, pero tampoco lo genera.

El césped natural absorbe CO2 por el día, pero lo genera por la noche, y una parte del mismo queda fijado en el suelo. También hay que considerar que el mantenimiento del césped natural genera CO2 (mayormente la poda y sesgado).

Cómo el césped artificial requiere de poco mantenimiento, la huella de carbono es mínima, siendo una alternativa mucho más natural.

Materiales reutilizados en el proceso de fabricación

RealTurf apuesta por un tipo de césped artificial reciclado, fruto de materiales reutilizados. Gracias a esto, consiguen reducir todavía más el impacto del hombre en el medio.

Seguro para niños y para mascotas

El césped artificial es compatible con cualquier tipo de mascota y animal doméstico (existen modelos especialmente diseñado para ellos). La acidez que emite la orina no provocará ningún daño en el césped, además de admitir limpieza con productos especiales para conseguir que quede como nuevo.

De la misma forma, también se puede instalar en lugares donde vayan a estar los niños, como puede ser en un jardín, terraza, incluso en colegios, guarderías y espacios de ocio variados.

Ahorro económico

El césped artificial no tiene que ser regado, lo que te permitirá ahorrar mucho dinero a la larga. Tampoco tendremos que estar invirtiendo en ningún tipo de producto químico o abono, lo que supondrá otro interesante ahorro, además de una reducción del impacto en el medio ambiente.

Fácil de instalar

En zonas pequeñas y bien niveladas, puedes encargarte tú mismo de la instalación. Si por el contrario el terreno es irregular, el suelo no está preparado o la zona es amplia o con una forma especial, es recomendable contar con instaladores profesionales para obtener un resultado óptimo.

Ahora ya sabes porque el césped artificial es una alternativa sostenible para las zonas verdes.

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