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Salud

Chanclas, un calzado muy perjudicial

  • Especialistas advierten de los riesgos de heridas e infecciones por el uso excesivo de las chanclas en la ciudad y en la playa.

Tan veraniegas y frescas como perjudiciales para la salud. El uso generalizado de chanclas durante el periodo estival puede provocar problemas en los pies que, en muchos casos, pueden pasar desapercibidos. Al estar más expuestos, el mayor riesgo son los posibles traumatismos. El especialista David Moreno, dermatólogo en el Hospital Macarena, recuerda que andar con chanclas por la ciudad deja al pie al descubierto y sin protección ante "cristales, latas o restos que pueden perforar el material y causar heridas sucias, que pueden ser focos de infecciones".

En el caso de enfermos crónicos como son los afectados por la diabetes es aún más desaconsejable utilizar chanclas. "Los diabéticos siempre deben  tener especial cuidado con los pies y evitar cualquier herida que puede tener repercusiones en su salud por la dificultad de cicatrización, entre otros problemas", añade el doctor Moreno.

El uso excesivo de este calzado durante el verano, que coloca a los pies en contacto casi directo con el suelo y las elevadas temperaturas que alcanzan las aceras, puede desencadenar otras lesiones e, incluso, quemaduras. El doctor Antonio Rodríguez Pichardo, responsable del departamento de Dermatología  del Hospital Virgen Macarena, comentó este lunes en declaraciones a Europa Press que "con las chanclas, entre la piel y el suelo puede haber unos cinco o seis milímetros y eso hace que se estén quemando. Por el contrario, un zapato cubierto te amortigua y te separa más de la superficie. En este sentido las chanclas están más vinculadas con la moda que con la comodidad y la salud". Aunque los zapatos cubiertos tampoco son una buena opción para usar durante esta época dado que provocan una gran sudoración que favorece la aparición de hongos, este especialista asegura que el calzado "más idóneo" para mantener los pies en un buen estado son los de "esparto" ya que, a pesar de que son cerrados, dejan transpirar el pie y, además, tienen una suela de mayor grosor.

Otros problemas muy comunes durante el verano son las verrugas y los hongos que se suelen contraer en piscinas y playas. "Los espacios húmedos se convierten en entornos proclives para la aparición de infecciones provocadas por estos microorganismos, que aparecen al andar descalzos o bien por no secar adecuadamente la piel", advierte David Moreno.

En concreto existen dos tipos de papilomas: las verrugas plantares y las verrugas que se contagian por la humedad. Las primeras suelen ser las más frecuentes entre las personas mayores y se caracterizan por producir una sensación de tener una piedra dentro. Por el contrario, las segundas se suelen dar más entre los jóvenes ya que se contagian en zonas húmedas -piscinas y gimnasios- debido a que las plantas de los pies desprenden "queratina" que son absorbidas por los virus provocando la aparición de los hongos.

En este sentido, la experta en Dermatología y miembro de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) María Teresa Gutiérrez Salmerón, matizó a Europa Press que el contagio se produce cuando se pisan lugares que previamente han pisado otras personas afectadas por los hongos y que han desprendido escamas que se han quedado "adheridas" al pie de otra persona.Asimismo, ambos expertos explicaron que los síntomas más frecuentes de los dos tipos de hongos y papilomas son la escamación, el enrojecimiento en los dedos y en la planta del pie y, en algunos casos, la aparición de un color amarillento en las uñas. Por ello, y para evitar este contagio, el consejo es no andar descalzo en las piscinas y en los gimnasios y, extremar las medidas de higiene, procurando secarse al máximo posible para evitar la maceración y, por consiguiente, la aparición de los hongos. "La humedad es el factor más importante a la hora de proliferar los papilomas", recalcan.

Por su parte, Gutiérrez Salmerón destaca la necesidad de acudir a un dermatólogo cuando se detecten pequeñas heridas y enrojecimiento en la zona de los pies quien, le recetará una crema o, en el caso en el que haya un mayor contagio, un tratamiento oral. "Son dermatosis muy frecuentes y que se podrían evitar con el hecho de no andar descalzo, no prestar los zapatos y evitar la humedad excesiva de los pies", recalca. Ahora bien, los hongos no sólo aparecen en la zona de los pies en verano sino que también existen otras partes del cuerpo que se resienten como consecuencia de las costumbres que suelen tener las personas durante esta época. En este sentido, el jefe del departamento de Dermatología del Hospital Virgen de la Macarena de Sevilla advierte de la importancia de no tumbarse directamente en la arena de la playa para evitar la aparición de hongos en la espalda. Este hecho, prosigue, se da especialmente entre los hombres que no tienen "reparos" a la hora de no usar toalla. "Las arenas de la playa son lugares donde es muy fácil  contagiarse de hongos porque se ha podido tumbar antes en un afectado".

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