Sevilla

Consejos del pediatra para afrontar el Covid-19 con niños

  • El Instituto Hispalense de Pediatría aclara algunas dudas sobre dónde y a qué hora es mejor acudir a consultas y cómo tratar a los niños afectados

Una niña se lava las manos, un hábito de higiene sobre el que es necesario insistir especialmente estos días.

Una niña se lava las manos, un hábito de higiene sobre el que es necesario insistir especialmente estos días.

La frase extendida es que los niños son portadores del coronavirus. Lo cierto es que los menores se contagian de Covid-19, aunque por fortuna el bicho no les produce un ataque tan mortal como en otros pacientes. Hay niños que pasan la enfermedad, pero con síntomas leves, similares a lo de un resfriado común, como le ocurre a un elevado porcentaje de población.

No obstante, la necesidad de prevenir es igual o más necesaria aún, según advierten los pediatras, conscientes de que cualquier dolencia en un menor genera mucha inquietud en las familias y la necesidad de acudir al médico. ¿Se debe ir a urgencias o consultas? Depende del caso, claro está. Los pediatras agradecen que las familias hayan reducido las consultas desde el inicio del confinamiento y tratan de solventar muchas cuestiones por teléfono o vía telemática.

Mascarillas y de 09:00 a 12:00

El pediatra Alfonso Carmona, que además de presidir el Colegio de Médicos de Sevilla es director médico y fundador del Instituto Hispalense de Pediatría (IHP), confirma que, al margen de las urgencias pediátricas en hospitales, los centros están abiertos y que la recomendación que se hace a las familias es acudir en el primer tramo horario, de nueve a doce de la mañana, para que sean los primeros usuarios de la jornada en las instalaciones, que amanecen desinfectadas y libres de juguetes y otros utensilios que los menores puedan compartir. Además, Carmona aconseja que no se retrasen los controles y vacunaciones establecidos.

El pediatra insiste en que no hay que olvidar en ningún momento que los niños apenas se infectan, aunque sí se ha registrado algún fallecimiento aislado en el mundo, pero sí contagian. En este sentido, insiste en la necesidad de que los niños guarden estrictamente la cuarentena y tengan el mínimo contacto con adultos que sí están más expuestos al contagio. “La primera recomendación es quedarse en casa, está ya claro; la segunda, extremar la higiene y el cuidado; y por último, si se sale a la calle, siempre con mascarilla y guantes y manteniendo la distancia de seguridad necesaria”, recuerda Carmona a quienes conviven con niños. De hecho, la mayoría de los niños contraen la enfermedad por el contagio de un familiar. Si el niño llegase a infectarse, los pediatras aconsejan que acudan a los centros hospitalarios o de salud protegidos con mascarillas para recibir el tratamiento necesario.

Carmona recuerda que, después de que pase la incidencia más importante de esta pandemia, las normas de higiene no van a desaparecer: “El virus se va a quedar entre nosotros y habrá que mantener estos hábitos hasta que se encuentre una o dos o tres vacunas”.

Guía del Ministerio de Sanidad 

El Ministerio de Sanidad ha publicado un documento para orientar el manejo de los menores con coronavirus en la Atención Primaria. Según los datos disponibles hasta la fecha, los pacientes pediátricos positivos tienen mejor pronóstico que los adultos. Y la mayoría de los casos confirmados fueron secundarios a su exposición a contactos familiares.

Sin embargo, se puede producir el contagio de niños a adultos y a otros niños, como se ha reflejado en una serie de casos pediátricos en China, según se explica en el documento técnico. Asimismo, la eliminación del virus en las secreciones respiratorias y en las heces es más prolongada en los niños con síntomas leves que en los adultos, hecho que ocasiona un gran desafío para el control de la infección. Algunas publicaciones apuntan hacia una posible transmisión del virus a partir de niños asintomáticos, lo que podría multiplicar las infecciones. Por ello, es muy importante que los niños participen en las acciones preventivas habituales.

Los niños, sobre todo los de menor edad, presentan determinadas características que dificultan el control de las infecciones y que pueden facilitar el contagio. Por ejemplo, no controlan la emisión de secreciones y excretas: babeo, ausencia de control de esfínteres... y son incapaces de adoptar medidas de higiene personal, usar mascarilla si tienen menos de 12 meses y permanecer quietos. Además, requieren de la presencia continua de un cuidador que debe extremar las medidas de seguridad. En los niños es muy posible que la transmisión se produzca antes de aparecer los síntomas. 

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios