La respuesta solidaria de socios, donantes, empresas y entidades ha permitido que Cáritas de Sevilla haya recaudado hasta la fecha más de 500.000 euros a través de la campaña Cada gesto cuenta. Estas colaboraciones están ayudando a afrontar el primer impacto de una crisis que la institución prevé que ha venido para quedarse y continuará necesitando de la aportación de todos.

En los barrios más necesitados de la ciudad, la demanda de ayuda a Cáritas ha aumentado un 60% respecto al resto del año. Hablamos de zonas como Tres Barrios-Amate (Los Pajaritos y otros), Torreblanca, Polígono Sur y Macarena Norte. En Tres Barrios-Amate, Cáritas ha pasado de atender a 300 familias con regularidad, a 600 desde que se estableció el estado de alarma.

Más de la mitad de las personas que acuden a la institución hoy ya estaban siendo acompañadas por la entidad antes del COVID 19, bien de forma puntual o continuada y, debido a las medidas adoptadas por la pandemia, han visto agravada su situación. Son familias que antes del confinamiento ya se encontraban inmersas en una pobreza estructural y cronificada.

El 90% de las demandas cubiertas por Cáritas desde el 15 de marzo está relacionado con productos de primera necesidad como alimentación, higiene o farmacia. En algunos casos se cubren también gastos relacionados con la vivienda, como el alquiler o electrodomésticos.

Los migrantes han visto agravada su situación debido a su irregularidad administrativa y suspendidos sus recursos e ingresos sin poder acceder aningún tipo de ayuda oficial para las necesidades básicas de la vida diaria. Cáritas ha iniciado un trabajo en red para ayudarlos que pretende cubrir las necesidades más básicas y orientar a este sector de la población que ha quedado absolutamente desprotegido.

Atención constante

El estado de alarma ha obligado a cambiar los modos de actuación de los voluntarios de Cáritas, haciendo su labor en algunos casos mediante atención telefónica o el uso de los medios tecnológicos y en otros, conservando la atención presencial.

Ellos, junto al acompañamiento de los trabajadores sociales de la organización, atienden en primera línea a quienes padecen esta crisis social con mayor gravedad, manteniendo su acompañamiento a las familias a las que ya atendían antes y haciendo un esfuerzo por acoger también las nuevas demandas de ayuda.

De la misma forma, Cáritas Diocesana ha adaptado y mantenido su atención a colectivos especialmente vulnerables como las personas sin hogar residentes en Centro Amigo, las personas migrantes acogidas por el Proyecto Nazaret o las personas acompañadas por el Proyecto de Cuidado de Mayores. También se ha mantenido la intermediación y orientación laboral a distancia que normalmente se realiza de forma presencial en el Centro Diocesano de Empleo. Además de atender y coordinar lasmás de 1000 llamadas recibidas derivadas a Cáritas parroquiales y otras entidades, sin contabilizar las que precisaban únicamente información.