El Guadalquivir está lleno de vida y atrae a numerosas especies que encuentran en su entorno su hábitat. Las imágenes difundidas por los amarradores del Puerto de Sevilla en las redes sociales (@Nugeas) del rescate de una garza suponen, al margen de la curiosidad, un episodio que se repite también con otras especies.
En concreto, este miércoles ha sido una ardeidae, una zancuda de buen porte que se ha salvado gracias a la intervención de los amarradores que, al estar presentes en la zona, suelen rescatar aves con pocos reflejos debido a la ingesta de productos químicos en el campo, según comentan los trabajadores. Un amarrador sacó a flote a la garza en un cajón de plástico. Estos ejemplares pueden llegar a medir hasta 85 centímetros de alto.
En otras ocasiones los amarradores han rescatado también tortugas, según los vídeos facilitados a este periódico, que devuelven a su hábitat, en la zona de la esclusa, donde también se han avistado ya numerosas nutrias. Este mamífero es ahora cada vez más frecuente en la zona del Copero, enclave conocida como el lago de los hippies, aunque en enero de este año un grupo de pesca deportiva grabó a un ejemplar junto al puente de la Barqueta, algo insólito y que demuestra, por otro lado y según los expertos, el buen estado de las aguas de la dársena.
No tan lejos, sino a la altura de San Juan de Aznalfarache, fue encontrado hace unos años un delfín al que se le practicó una necropsia, según comenta Fernando Gómez Reina, técnico del Puerto de Sevilla, que añade el avistamiento también sorprendente de zorros en el entorno portuario. Algo que favorece la proximidad de los muelles con el preparque de Doñana y su zona de influencia.
La avifauna es cada vez mayor en el Puerto de Sevilla debido a la nueva estrategia de sostenibilidad que ha permitido crear refugios para numerosas especies en los vaciaderos terrestres donde trasladan las arenas de los dragados de mantenimiento. Un estudio del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) permitió censar un total de 52 especies de aves acuáticas en estas islas donde se alimentan y reproducen, entre otras,cuatro especies catalogadas como en peligro de extinción: el porrón pardo, la cerceta pardilla, la garcilla cangrejera y la focha moruna; y otra vulnerable, el águila pescadora. Es, por tanto, ver especies como calamones o flamencos en este entorno y también numerosas aves rapaces.
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