El auge de aprender español va acompañado con la formación de las personas que lo imparten. No todo el mundo puede dedicarse a enseñar el idioma aunque sea su lengua materna. Alumnos de diferentes titulaciones acceden a especializarse en este tipo de docencia a través de un posgrado oficial en la Hispalense o en la Olavide. Otros optan por realizar un curso de formación en centros privados de idiomas.

Antonio Orta, director del departamento de profesores de español del centro de lenguas Clic, cuenta que las personas que dan clases son, principalmente, titulados en una carrera universitaria: "La mayoría son licenciados en periodismo, traducción e interpretación o magisterio. El otro gran segmento de este grupo lo cubren graduados en filología hispánica, inglés o alemán".

Piedad Cuartero, directora de estudios y docente del centro, asegura que detrás de un profesor de español siempre hay un interés por conocer otras culturas. Muchos consideran este oficio como "una ventana al mundo" al conjugar la capacidad docente con las inquietudes por viajar. La directora, que lleva 12 años en la profesión, explica que un profesor ha de ser flexible en las clases y, aunque haya unos contenidos básicos, "tiene que adaptar determinadas materias a las costumbres del país del alumno", declara Cuartero.

Ambos directores coinciden en que la importancia que tiene el español a nivel empresarial propicia que las opciones del mercado exterior aumenten y se presenten unas perspectivas bastante optimistas.