Los féretros del cabo primero Eneko Lira y el guardia Juan Jesús López, los dos agentes de la Guardia Civil fallecidos el martes al ser arrollados por un camión que se saltó un control en la autovía AP-4, han partido ya hacia Logroño, donde tiene su base el Grupo de Acción Rápida (GAR), en el que ambos estaban destinos, y donde se instalará esta tarde la capilla ardiente. Eneko Lira, de 37 años, era natural de Baracaldo. Juan Jesús López, de 34, era de El Ejido. 

Una vez terminadas las autopsias, los cuerpos de los dos guardias civiles han sido trasladados al Tanatorio de la SE-30, desde donde han partido ya camino de Logroño, escoltados por varios vehículos del GAR y varios motoristas de la Guardia Civil, que le han brindado a sus compañeros una última despedida a Sevilla. Los agentes del GAR están destacados en el Sur de España dentro del plan especial contra el narcotráfico, tanto en el Campo de Gibraltar como en otras provincias andaluzas.

Ambos formaban parte del control preventivo de drogas que se había instalado en la autovía AP-4, a la altura de la salida de Los Palacios, la madrugada del martes. En el control había 17 agentes y tres vehículos del GAR. Un camión se saltó el dispositivo y arrolló todo lo que encontró a su paso, matando a seis personas  y destrozando todos los vehículos que encontró a su paso. Otros cinco agentes de la Guardia Civil resultaron heridos, tres de ellos de gravedad.