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Día Nacional del Donante de Órganos y Tejidos

Las dos caras de la donación de órganos

Pedro Guatiérrez, trasplantado de hígado en el Virgen del Rocío en plena pandemia, junto a su mujer.

Pedro Guatiérrez, trasplantado de hígado en el Virgen del Rocío en plena pandemia, junto a su mujer. / M. G.

"Cuando te llaman y te dan la oportunidad de subirte al tren de la vida no hay pandemia sanitaria que te haga pensártelo". Lo dice Pedro Gutiérrez entre lágrimas. Un sevillano de 62 años trasplantado de hígado que el pasado 28 de marzo volvió a nacer en plena crisis del coronavirus. El simple "sí" de la familia de un fallecido sirvió para que Pedro y sus allegados empezaran a respirar aliviados al saber que gracias a ese órgano la vida le estaba dando una prórroga. Un "si" al que no dudo Patricia Romero tras la muerte de su marido. El que fuera jefe de producción de Canal Sur y uno de los grandes artífices de la película Semana Santa de Sevilla, Carlos Regidor, murió el pasado 29 de enero tras una dura enfermedad neurodegenerativa parkinsoniana.

La decisión de su familia de donar todos sus órganos ha permitido salvar vidas al borde de la muerte y, en cierto modo, en palabras de su viuda, mitigar el dolor de la pérdida de un ser querido. "En un escenario tan doloroso en el que acabas de perder a la persona que amas, esa posibilidad de curación o de mejora exponencial de la calidad de vida de alguien la tienes tú, está en tu mano, solamente tienes que decir que sí, y entonces la angustia y la desesperanza te hacen empatizar con esas familias. La extraordinaria diferencia es que en nuestro caso era algo casi imposible y esto es tan sencillo... sólo tienes que decir que sí y cambias la vida de mucha gente. ", relata la donante de los órganos de su marido.

"No tuve ninguna duda; que otras personas dependan de ti para mejorar su vida es algo que no puedes pensarte"

Los síntomas de esa "dura" enfermedad que acabó con la vida de Carlos Regidor empezaron a dar la cara entorno al año 2011, pero el diagnostico definitivo fue en el 2016. "Ahí es cuando se te para el mundo, ahí se paró la vida para mí. Empezamos a vivir con amor y entregados a la búsqueda de soluciones, hasta que llegaron algunas complicaciones relacionadas con la enfermedad y se fue", relata la viuda. "Ojalá a mi marido le hubiera servido un trasplante para tener calidad de vida, pero lo nuestro era una enfermedad que no tenía cura, degenerativa, rara... y cualquier posible paliativo hubiera sido una cosa extraordinariamente complicada. Después de todo lo vivido, el conocer a alguien a personas trasplantadas y ver en sus caras el reflejo de la felicidad, el querer abrazarte, quererte comer a besos... Ahí es cuando realmente tomas conciencia de la importancia de la decisión que has tomado", afirma.

Patricia Romero, mujer de donante de los órganos de su marido, junto a María Pacheco, enfermera de la Coordinación. Patricia Romero, mujer de donante de los órganos de su marido,  junto a María Pacheco, enfermera de la Coordinación.

Patricia Romero, mujer de donante de los órganos de su marido, junto a María Pacheco, enfermera de la Coordinación. / M. G.

Si Patricia Romero representa a esas familias que salvan vidas con los órganos de sus seres queridos, Pedro Gutiérrez es un ejemplo de las personas que los reciben.

La historia que le llevó a que hoy pueda celebrar su primer Día Nacional del Donante de Órganos y Tejidos como protagonista comenzó en el año 2005 cuando en una analítica normal se le detectaron anticuerpos de la hepatitis C con una cirrosis hepática. Ahí comenzaron unos años de tratamientos hasta llegar al año 2014 cuando se le empezó a aplicar una triple terapia. "Fueron once meses durísimos, en los que pasé muchos días mal, con vómitos, lesiones de piel... viví momentos terribles", afirma, pese a que destaca que con ese tratamiento mejoró bastante su situación. No obstante, lo peor estaba por llegar, y Pedro, médico de profesión, sabía que más tarde o temprano, su enfermedad derivaría en la necesidad de un trasplante. Es en diciembre de 2019 cuando en uno de los controles rutinarios le detectan un hepatocarcinoma (cáncer de hígado). "No puedo creerme lo rápido que ha ido todo para mí, entré en la lista de trasplantes a finales de febrero y, pese a la situación sanitaria actual, recibí la llamada del doctor el 27 de marzo y cuando me planteó la posibilidad de recibir un hígado donado, sin dudarlo dije que sí. Gracias a Dios todo ha sido positivo desde entonces y hoy en día no tengo más que dar las gracias", afirma.

"En el tren de la vida te llega tu estación y, o te subes o la pierdes, y yo no tuve duda ninguna de que era mi momento"

Dos caras de la donación de órganos en un país que es líder a nivel mundial en trasplantes –más de 274 durante la pandemia, y en un hospital– el Virgen del Rocío de Sevilla, que es referente en toda en Andalucía y España y que hoy como cada primer miércoles del mes de junio conmenora el Día Nacional del Donante de Órganos y Tejidos.

La coordinación de trasplantes de Sevilla y Huelva ha realizado en lo que va de año 77 trasplantes entre este hospital y el Virgen Macarena gracias a 32 donaciones, de los que nueve se han realizado durante la pandemia sanitaria. En el año 2019, el Virgen del Rocío volvió a ser el hospital público andaluz con mayor actividad en trasplantes, con la realización de 282, de los que 191 fueron renales y 73 hepáticos.

Las claves del éxito de esta unidad las explica la recién nombrada nueva coordinadora del área, Manuela Cid. "Como equipo de coordinación tenemos la misión de procurar la donación de órganos y tejidos en condiciones óptimas con todas las garantías de seguridad, ahora aún más, para el trasplantado y siempre poniendo en el centro de la atención al donante y a su familia. También estamos en continuo fomento de la cultura solidaria educando y destacando la donación como un proyecto de vida más allá de la propia vida y, además de esto, trabajamos a nivel hospitalario todo lo que es el proceso de detección de personas que quieren ser donantes y cuando la situación de su vida ya ha terminado, ofrecerle la oportunidad de que el proyecto de su vida pueda seguir dando vida más allá. Nos entrevistamos con estas familias y valoramos a esos donantes. por su puesto, sin juzgar a aquellos, que por millones de circunstancias se oponen a esta oportunidad que le brindamos", cuenta la doctora.

Motivos para donar sobran. Lo dicen quienes estarán siempre agradecidos a esa persona anónima que le permitió mantenerse con vida, pero también los familiares de los fallecidos que permiten donar vida gracias a los órganos de su ser querido fallecido y que a fin de cuentas tienen la ultima palabra sobre la donación. Patricia no se siente protagonista ni especialmente generosa. "Lo que hice es de sentido común. No creo que nosotros seamos protagonistas, lo son las personas que reciben un órgano y reciben vida. Es coherencia, no se puede decir que no", resalta. Mientras que para Pedro las muestras de agradecimiento le acompañaran toda la vida. Agradecimientos, fundamentalmente a esa a esa familia que le permitió esta segunda oportunidad, pero también a todo el equipo del hospital que hizo posible su nueva vida. " Desde cirujano jefe Miguel Ángel Gómez hasta el último celador o la última limpiadora o auxiliar de clínica que me ha tratado, sólo tengo palabras de agradecimiento, no sólo por el trato profesional, sino también humano".

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