La empresa municipal de la vivienda (Emvisesa) ofrece comprar pisos cárcel y a cambio la familia puede vivir en piso de alquiler municipal. Hasta ahora ha completado ya 14 operaciones de este tipo por un importe de casi 700.000 euros en las inversiones realizadas.

“Me ha costado muchos años conseguir esto. Este piso de alquiler nos da más vida, más años para vivir más tranquilos. Mi mujer está cada vez peor y no podíamos vivir en un cuarto sin ascensor”, recalca Eduardo, el marido

La última operación se ha cerrado en la barriada Madre de Dios, en la zona de Tres Barrios, para un matrimonio que vivía en un cuarto piso sin ascensor con 53 metros. La mujer, con 65 años, depende de una máquina para respirar y padece tendinitis artrósica de rodilla que le impide subir las escaleras. Su vivienda se había convertido en un piso cárcel, a lo que se unía la gran conflictividad social que padece el barrio.

Emvisesa ha comprado el piso y se han convertido en inquilinos de una vivienda adaptada a sus necesidades en la barriada Pineda. Cuenta con 53 metros cuadrados útiles, dos dormitorios, garaje y trastero, con una renta de 277 euros mensuales, más gastos que se convierten al final en 500 euros. Eduardo, el marido, 78 años, está conforme con esa renta mensual y dice que por tener a su mujer en un piso con ascensor paga lo que haga falta. “Me ha costado muchos años conseguir esto. Este piso de alquiler nos da más vida, más años para vivir más tranquilos. Mi mujer está cada vez peor y no podíamos vivir en un cuarto sin ascensor”, recalca.

El programa está orientado sobre todo hacia personas mayores o con dificultades de movilidad y que necesitan normalmente edificios con ascensor

La antigua vivienda de Eduardo y María Luisa ha sido adquirida por Emvisesa por 31.382 euros. El nuevo piso adjudicado en régimen de alquiler radica en un edificio construido en el año 2012, con ascensor desde sótano hasta la cubierta, se adapta a sus necesidades y les permitirá desarrollar una vida normal. Este caso fue previamente analizado por la Oficina Municipal por el Derecho a la Vivienda, que comprobó que se cumplían todos los requisitos para la permuta.

El programa está orientado sobre todo hacia personas mayores o con dificultades de movilidad y que necesitan normalmente edificios con ascensor. “Este es un programa de innovación social con el que tratamos de buscar soluciones para personas con graves problemas de movilidad, aplicando una política social de vivienda. Con este tipo de operaciones, además de solucionar el problema de esta familia, Emvisesa amplía el parque público de viviendas, puesto que los pisos adquiridos se ponen a punto y se adjudican a otras familias compatibles”, explica el delegado de Bienestar Social, Empleo y Planes Integrales de Transformación Social, Juan Manuel Flores.

“Adquirimos una vivienda por tanteo y retracto que sirve como nuevo hogar a una pareja confinada en un ‘piso cárcel’ que, a su vez, vende a Emvisesa una vivienda que será posteriormente adecuada para otra familia, probablemente joven y sin necesidad de ascensor”, añade el gerente de Emvisesa, Felipe Castro.