Encierro en Nuevo Parque para recibir a San Fermín

Sanfermines en Sevilla 2018

Uno de enero, dos de febrero, tres de marzo, cuatro de abril, cinco de mayo, 30 de junio, a Nuevo Parque hemos de ir en San Fermín... con la fiesta, con la fiesta...

Encierro en Pino Montano
Encierro en Pino Montano / A. Muñoz

La fiesta del toro pamplonica que universalizara Ernest Hemingway, tiene su réplica en la barriada sevillana de Nuevo Parque. Desde hace dos años, el 30 de junio, se celebra un encierro organizado por los vecinos. Estos aficionados reproducen su particular versión de la canción sanferminera por antonomasia que escribiera Carmelo Cervantes. Dicho cántico se considera como el himno de este tradicional festejo.

Uno de enero, dos de febrero, tres de marzo, cuatro de abril, cinco de mayo, 30 de junio, en Pino Montano San Fermín...a Nuevo Parque hemos de ir...con la fiesta, con la fiesta.

El torero sevillano Ignacio Sánchez Mejías estaría orgulloso de ver como estos vecinos próximos a Pino Montano, barrio que debe sus orígenes a la casa del diestro en este enclave, son defensores a ultranza de la tauromaquia y de los encierros.

La idea nace de un grupo de aficionados a los encierros sanfermineros. Para ello se recrea uno que discurre por el recinto de la urbanización Nuevo Parque, situada en la calle Salvador Dalí. Curiosamente el genial artista catalán de Figueras era otro fiel seguidor de las corridas de toros.

Más de 300 mozos y mozas, de todas las edades y sexo, se congregan una vez más para entonar el conocido cántico que se recita siempre al santo navarro antes de cada encierro. Le piden que les proteja con su 'capotico' de las embestidas. Si bien, en este caso no de una manada de toros bravos o los cabestros sino de carretones de entrenamiento. Así tratan de emular la bravura de los legendarios Miura, Jandilla o Vitorinos.

La única diferencia con los encierros sanfermineros es que los mozos y mozas tirando de una mijita de guasa entonan su plegaria a una efigie de San Gambrín, rindiendo homenaje con ello al popular personaje de Gambrinus, a quien todo el mundo asocia en Sevilla con un espumoso bálsamo de sobra conocido.

Con el cohete que se lanza a las 11.00 de la mañana los mozos sueltan su adrenalina. Comienza el encierro. La duración es de unos veinte minutos. Los tramos del recorrido cuentan con un vallado que imita el de la capital pamplonica. El final de la carrera tiene lugar en una efímera plaza de toros que se levanta para la ocasión. Y al final, los más atrevidos en la muleta dan unos cuantos de pases a los carretones. Todo concluye con una fiesta en una carpa montada por la Asociación de Vecinos de Nuevo Parque para la ocasión.

¿Nuevos tiempos para la fiesta?

Los aficionados a la tauromaquia tienen algo nuevo de que preocuparse. Cabe esperar que esta fórmula de sanfermines al sevillano modo no la tome como ejemplo el alcalde de Pamplona, Joseba Asirón (EH Bildu). El regidor pretende suprimir los festejos taurinos, aunque respetando los encierros, por considerarlos una actividad cultural controvertida.

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