Enfermeros ante su año más difícil

"La pandemia ha descubierto a los enfermeros como profesionales"

  • En la celebraron el día de la profesión, piden responsabilidad tras más de un año de "mucho desgaste"

El enfermero del Macarena Antonio Hicke junto a dos compañeras a las puertas del hospital.

El enfermero del Macarena Antonio Hicke junto a dos compañeras a las puertas del hospital. / Juan Carlos Vázquez

Unos 6.200 enfermeros trabajan en la sanidad de la provincia de Sevilla. Más de 3.000 han fallecido en todo el mundo a causa del Covid-19 en el último año y hasta un 15% se ha infectado a consecuencia de la exposición al coronavirus, llegando hasta más del 20% en algunos países como España.

Ayer celebraron su día internacional. El segundo consecutivo inmersos en una crisis sanitaria sin precedentes que les ha llevado a vivir el peor de los pulsos que ha experimentado la enfermería y sus profesionales en el último siglo, pero que los mantiene ahí, a pide de cama, cuidando de los demás. Meses difíciles, de intenso y duro trabajo por culpa de la pandemia, pero han que permitido "descubrir" al personal de enfermería como profesionales, no sólo entre la ciudadanía, que ha sabido reconocer su labor esencial, sino también entre los propios sanitarios.

Las enfermeras, cuidan, curan, educan, investigan, lideran, organizan, defienden y son fundamentales para prestar unos cuidados seguros en los entornos más difíciles.

En el centro la supervisora de Enfermedades Digestivas, María José Garrido; a la derecha la supervisora de Medicina Interna, Natalia Herrera, y a la izquierda la supervisora de Farmacia y Medicina Preventiva, María Victoria Rodríguez. En el centro la supervisora de Enfermedades Digestivas, María José Garrido; a la derecha la supervisora de Medicina Interna, Natalia Herrera, y a la izquierda la supervisora de Farmacia y Medicina Preventiva, María Victoria Rodríguez.

En el centro la supervisora de Enfermedades Digestivas, María José Garrido; a la derecha la supervisora de Medicina Interna, Natalia Herrera, y a la izquierda la supervisora de Farmacia y Medicina Preventiva, María Victoria Rodríguez. / H. U. V.

Diario de Sevilla ha hablado con profesionales de Enfermería de distintas áreas sanitarias de los hospitales Virgen del Rocío, Macarena y Valme, que coinciden en trasmitir su vocación por esta profesión y lo difícil que ha sido este año de Covid. "Extraordinariamente duro y excepcional. Hemos vivido una tormenta emocional donde hemos sacado lo mejor de nosotros mismos, creciendo como persona. Con la satisfacción de recibir más agradecimientos que nunca de nuestros pacientes y, entre nosotros, más unidos que nunca haciendo piña", señala la supervisora del área de Medicina Interna del Hospital de Valme, Natalia Herrera, que, con 29 años de experiencia, asumió la supervisión de sus servicios clínicos en enero de 2020, por lo que compatibilizó la dureza de la pandemia con un nuevo reto personal y profesional.

Este área fue y es uno de los pilares para atender a los pacientes con el virus ya que ha sido convertida en la planta referente Covid en el hospital. Aunque sin olvidar la "angustia" por la incertidumbre, sobre todo al principio, y el "miedo del miedo de la gente", se queda con el "tremendo esfuerzo de todos los profesionales y la unión de equipo y voluntad de esfuerzo permanente". Cuenta que, "atraída siempre por el mundo sanitario", optó por Enfermería porque sus "circunstancias personales" la hicieron estudiar una titulación de menor tiempo. Pero añade que una vez que empezó la carrera la "cautivó" y "se tornó en vocacional". "Agradezco que en ese momento las circunstancias me llevaran por este derrotero", afirma.

María Victoria Rodríguez es supervisora de enfermería del servicio de Farmacia y de Medicina Preventiva en este mismo centro y también festeja la efemérides trabajando. Su función ha pasado de una "vinculación directa con la atención de los enfermos infectados" al principio de la pandemia, a la otra labor más esencial de esta crisis sanitaria con el inicio de las vacunaciones, "mediante la prevención, vacunando a pacientes". Para ella, la elección de su futuro profesional fue "puramente vocacional". "Deseo cuidar de los demás", sostiene.

También en el Valme, nos atiende, como sus compañeras, trabajando, la enfermera María José Garrido. El último año lo describe como "durísimo", por una elevada la presión asistencial y el aprendizaje continuo de medidas, protocolos o nuevas decisiones. Como supervisora del servicio de Enfermedades Digestivas, destaca que fue una de las profesionales que trató al primer paciente Covid de Valme mediante la Unidad de Endoscopia. Como sus compañeras, se queda con la "ayuda mutua, generosidad y compañerismo" y no olvidará nunca aquellos primeros meses de pandemia donde la "sensación de falta de control y aislamiento familiar" la hicieron pasar los días más difíciles en el ejercicio de su profesión.

Enfermeros del Virgen del Rocío celebran el día internacional pintando un mural que recuerda el corazón con el que trabajan. Enfermeros del Virgen del Rocío celebran el día internacional pintando un mural que recuerda el corazón con el que trabajan.

Enfermeros del Virgen del Rocío celebran el día internacional pintando un mural que recuerda el corazón con el que trabajan. / Curro Borrajeros (H.U.V.R.)

En el Virgen del Rocío, han querido celebrar este Día Internacional de la Enfermería con un homenaje a los profesionales bajo el lema El arte de Cuidar. Un homenaje que va a quedar patente en el jardín delantero del Hospital de la Mujer, donde toda la Enfermería ha participado en la pintura de un mural con el que se pretende llegar al corazón del personal y de los pacientes.

Una de las participantes en este acto es Mercedes Ramón, que supo desde el principio que quería ser enfermera. Tras años como auxiliar, se embarcó en el mundo de la Enfermería "una vez casada y con hijos", explica. "Pero mereció la pena", asegura. Casi 30 años después llegó la pandemia, que ha afrontado como enfermera en la planta Covid de Enfermedades Infecciosas. "Creo que ninguno de los que estábamos allí éramos conscientes de lo que estaba pasando. No teníamos ni idea de lo que se nos venía encima. De haberlo sabido, nos hubiéramos ahorrado muchos miedos. No sabíamos nada de esta enfermedad, aún no sabemos mucho, pero algo hemos aprendido", dice esta enfermera que asegura que los casi 15 meses de pandemia les ha permitido "adaptarse" a lo que ha ido viniendo.

Lo peor para Mercedes ha sido el ver morir a la gente "sola". "Es muy duro morir solo, no poder despedirse y no poder hacer nada por ellos. Es algo que no tiene consuelo. Te lo llevas a casa. Es una cicatriz más", destaca, haciendo hincapié en lo mal que lo ha pasado el profesional en este sentido, pero, sobre todo, las familias de los hospitalizados. "Ver que se muere tu padre o tu madre y que no puedes ni darle la mano... muy difícil", añade. Por ello, pone en valor el papel de la enfermería en esta crisis. "Nos han descubierto como profesionales al igual que nosotros hemos descubierto a los profesionales médicos como personas entregadas a una especialidad que no es la suya. Nosotras nos hemos sentido valoradas porque hay mucha gente que todavía no sabe cuál es el papel de una enfermera e, incluso, entre propios profesionales médicos", agrega.

Para María Dolores Ucero, supervisora en funciones de la Unidad de Enfermedades Respiratorias y Cirugía de Tórax del Virgen del Rocío, el mejor regalo a recibir por el Día Internacional de la Enfermería sería "que todo se mantuviese como antes". "Que se siguieran manteniendo las medidas porque lo que hemos visto este fin de semana sólo nos demuestra que no hemos aprendido nada de lo que hemos vivido, como si no hubiéramos vivido nada durante este año", manifiesta. Un año en el que, como su compañera Mercedes, ha visto morir a muchos enfermos. "Fue muy impactante ver como los pacientes morían solos y eras tú la única persona que estaba allí para darles la mano y un poco de aliento", asegura. 

La situación ahora es distinta, pero no menos dura. "Es verdad que el tiempo nos ha dado conocimientos porque al principio todo era desinformación, miedo, prisas por montar plantas de hospitalización sobre la marcha porque los pacientes llegaban y tenían que ingresar, pero ahora mismo, aunque con más control, sentimos muchísima rabia porque parece que nada de eso se haya vivido. Sabemos muchísimo más que antes y vemos como lo que se ha vivido este fin de semana nos vuelve a romper los esquemas, es dolor e impotencia, porque lo que se vive en una habitación sólo lo sabemos nosotros", subraya.   

El Día Internacional de la Enfermería en el Hospital Virgen Macarena

En la otra punta de la ciudad, en el Hospital Virgen Macarena, Alejandro Hicke celebra el día de la Enfermería vacunando contra el Covid. Entre una plantilla de 1.600 enfermeros, Alejandro es uno de los cuatro componentes del equipo de vacunación seleccionados por el centro para apoyar al equipo de Medicina Preventiva en la inmunización de colectivos de grupos vulnerables (Grupo 7 en la estrategia de vacunación). Su actividad actual no la cambia por la de los principios de la pandemia. "Ahora sé que estoy dando esperanza. Al principio todo era caótico. Había mucha confusión. No teníamos precedentes ni formación suficiente para afrontar lo que se nos vino encima, como el uso de EPIS y otras medidas adaptadas a las características de este virus", señala. Tras más un año cara a cara con él, Alejandro se queda con "el esfuerzo, sacrifico y dedicación personal y profesional" de los equipos de enfermería y auxiliares.

"Ha sido un desgate brutal, y sigue siéndolo, y las consecuencias no sólo es que hemos superado varias olas, sino que también traspasan a lo familiar, pero entre todos estamos poniendo de nuestra parte para recuperar la normalidad que teníamos hace dos años y que se vislumbra lejos en el horizonte", sostiene el enfermero, que recuerda la "falta de concienciación de una minoría" frente al "intenso trabajo de los profesionales".

Su compañera en la UCI, Marta Carmona, pone en valor el papel "esencial" de la enfermería en la crisis sanitaria. Para ella, esta situación ha puesto de relieve la "humanización de los cuidados, los valores del acompañamiento y el alivio del paciente, así como la alta especialización de los recursos humanos". 

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