Espadas diseña la hoja de ruta para redactar el plan de movilidad sostenible

El gobierno de Juan Espadas remitió ayer a todas las organizaciones y entidades que conforman las mesas de movilidad la hoja de ruta sobre el proceso de redacción del primer plan de movilidad urbana sostenible de la ciudad de Sevilla, de cara al miércoles 18 de mayo. Ese día se retoman las reuniones de estas mesas -sobre la movilidad de bicis, motos, peatones, transporte público, Cartuja, polígonos industriales y carga y descarga para comercios- tras demasiados meses de parálisis.

La planificación del equipo del alcalde es tener listo el plan en el plazo de 18 meses a contar desde la firma del contrato con los adjudicatarios de su redacción, lo que significa que, como pronto, a finales de 2017 o, más bien, en 2018 podría aplicarse.

Otro informe entregado a las entidades cívicas, sociales y empresariales llamadas a participar en la redacción del plan es la propuesta de movilidad ciclista por el centro de Sevilla realizada por la asociación ciclista A Contramano, aunque aún no contiene las conclusiones del gobierno municipal sobre esta propuesta.

El documento entregado ayer es, según el Ayuntamiento, la base sobre la que se elaborarán los pliegos de condiciones para contratar la redacción del plan. Contiene los objetivos generales del plan, las fases y cómo se articula la participación. Esos objetivos son priorizar el transporte de bici y a pie en trayectos cortos; potenciar el transporte público; mejorar el servicio de taxi, definir la política de aparcamientos; fomentar la movilidad eléctrica y sistemas de coche compartido; mejorar la seguridad vial; mejorar la distribución urbana de mercancías; estudiar las rutas de los buses de turistas; mejorar la calidad de vida de las personas con movilidad reducida; fomentar los planes de movilidad para trabajadores y estudiar posibles fuentes de financiación del plan.

Lo siguiente es definir esos pliegos del concurso y licitar el contrato. El desarrollo de los trabajos comenzará con una primera fase de análisis y diagnóstico sobre las pautas de la movilidad en la ciudad: los principales viajes-tipo que se producen en la ciudad y sus características, entre ellas qué medios de transporte se usan.

Una vez conocida la realidad de la ciudad, la segunda fase es fijar los objetivos que se quieren alcanzar con el plan de movilidad y en qué plazos.

La tercera fase es plantear y analizar las propuestas de actuación concretas y su análisis económico, medioambiental, social, urbanístico. La cuarta es seleccionarlas y la quinta desarrollar esas propuestas con presupuesto y plazos, y su seguimiento.

El documento aclara que las organizaciones que participan en las mesas de movilidad podrán opinar, como mínimo, al final de cada una de estas cinco fases que se plantean. El compromiso es "recabar la opinión ciudadana en cuestiones claves", pero lo más sensato es que lo hagan antes.