El alcalde de Sevilla, Juan Espadas (PSOE), llegó a señalar en los destrozos de la antigua sede de la Policía Local a un posible "expolio institucional organizado", unas manifestaciones que realizó en julio de 2012, cuando estaba en la oposición y el Ayuntamiento estaba gobernado entonces por el actual ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido. Así lo recuerda en su escrito de acusación la empresa Detea, que también incluye recortes de periódicos con otras manifestaciones de Espadas calificando de "intolerable e injustificable que se desprotegiera de seguridad un edificio que el Ayuntamiento había vendido por nueve millones de euros a una empresa privada, dejando la puerta abierta a lo que ha ocurrido". Como líder de la oposición, Espadas dijo que el Ayuntamiento era "responsable" de este inmueble, aunque ya lo hubiese vendido a una empresa y pidió a Zoido que asumiera las responsabilidades políticas derivadas de "esa evidente negligencia de seguridad", y añadió que el alcalde no podía esquivar un hecho tan grave como es "este saqueo permitido, puesto que, además de daños directos a una empresa se traslada una imagen negativa y poco seria del Gobierno de la ciudad".

Con estas manifestaciones, la acusación insiste en el "protagonismo de trabajadores y funcionarios municipales que con abierto desprecio de lo ajeno destrozaron el edificio C-3, hasta hacerlo inútil para su uso, posibilitando que terceros participaran en el pillaje".