TIEMPO El tiempo en Sevilla pega un giro radical y vuelve a traer lluvias

Plaza de España · Santander

Flotas llegadas de Flandes y Cuba

  • Blanca Usín Cuesta. Su madre nació en La Habana pero su Caribe particular estaba en Sevilla. El destino le cambió en una pista de baile de Ontaneda, con balneario en el valle del Pas.

LAS dos bodas están separadas por casi cinco siglos, pero ocurrieron en un palmo de terreno. Por orden cronológico, la princesa Margarita que aparece en el banco de Santander, hija del emperador Maximiliano de Austria, se casa con el príncipe Juan de Aragón y Castilla, único hijo varón de los Reyes Católicos, concebido en el Alcázar de Sevilla. La boda se celebró en Villasevil de Toranzo, hoy pedanía de Santiurde, en la margen derecha del río Pas. Era la segunda parte del contrato matrimonial suscrito entre los Reyes Católicos y el emperador de Alemania. La primera, ya cumplida, fue la boda entre Felipe el Hermoso y Juana la Loca, trasladada en barco desde Laredo hasta Flandes en la misma flota que después traería hasta Santander a la bella Margarita.

Hay algunos paralelismos con la boda de Blanca Usín Cuesta (Vejorís de Toranzo, 1946) y Rogelio Gómez. Además de la geografía, un Toranzo que es "Real Valle" por aquella boda de 1497, otra historia naval. Vicente y Angelita, abuelos de Blanca, se fueron en busca de fortuna a Cuba. Allí nace Carmen Cuesta, su madre, que viene por primera vez a Cantabria, para quedarse, con 12 años. "Un hermano de mi abuela creó allí un imperio, pero Fidel Castro se quedó con todo y tuvieron que volverse a España".

Entre las que vuelven, su prima Caridad, así llamada por la Virgen de la Caridad del Cobre, patrona de Cuba, pariente fundamental en el cortejo de la segunda boda de esta historia, celebrada en Vejorís de Toranzo el 10 de mayo de 1970. Al hijo de los Reyes Católicos lo casa Diego Hurtado de Mendoza, patriarca de Alejandría y arzobispo de Sevilla. A Rogelio y Blanca, "un cura sevillano que estaba en los Escolapios de Santander y a los dos años se salió de cura".

El matrimonio de 1497 sólo duró seis meses. El joven marido enfermó de viruela en Medina del Campo y murió antes de cumplir los veinte años en Salamanca. El de Blanca y Rogelio acaba de pasar el Rubicón de los 45 años, con la estela de dos hijos, Rogelio, muy sevillano, "feriante, rociero...", y María, muy montañesa, con el timón de la Flor de Toranzo, consulado de jándalos.

Blanca es la mayor de los cuatro hijos de la cubana y de José Usín, pasiego. "Nunca fui a Cuba Le tengo pánico a los aviones. Lo más lejos que llegué fue a París". Familia capicúa, después nacieron Ricardo y José Pedro. Norma, la pequeña, llevó las arras en la boda de mayo del 70. De luna de miel, una semana en Laredo, de donde parte la expedición que lleva a Juana la Loca y trae a doña Margarita, y un recorrido por el litoral mediterráneo. Rogelio, hijo de pasiegos de San Martín de Toranzo, continuador de Trifón (Triunfo Venancio Gómez), ya nace en Sevilla, ciudad que Blanca conoce por primera vez en la Semana Santa de 1969, ya novia de Rogelio, paisano lejano al que conoce como gentil adolescente ciclista que la acompaña con su prima Caridad a la pista de baile de Ontaneda, localidad que frecuentaban los franceses y madrileños que buscaban las bondades térmicas de su balneario.

La boda la convierte automáticamente en hermana del Baratillo. Una de las dos ocupaciones de cada domingo como esposa de Rogelio Gómez. La otra será el Real Betis Balompié. Aficionada consorte que compartía pasión con su marido, su suegro y dos amigos, Ventura Castelló y Juan Petralanda, que se trataban de hermanos a pesar, recuerda Rogelio, de que "al lado de Ventura, Pablo Iglesias es de derechas, y al lado de Petralanda, Franco era de izquierdas". Un día su suegro le llamó la atención a su nuera por llevar una camisa blanca y roja "que me había costado un dineral en Lolen, una tienda muy cara de la calle Rioja". Empezó a entender los códigos balompédicos de la ciudad, que llevó a su terreno. "Muchas veces, viendo al Betis, pensaba en el Racing".

Los recién casados tenían previsto ocupar la parte superior de la Flor de Toranzo, Jimios esquina con Joaquín Guichot. Pero la tardanza del inquilino que estaba de alquiler les lleva a comprarse dos pisos en Sánchez Arjona. Su vivienda y una pensión para futbolistas del Betis que disfrutarían de las cualidades culinarias de la hija del pasiego y la cubana. "Biosca, Cobo y López salieron de mi casa para casarse".

La Flor de Toranzo, nombre de la tienda-bar, es una bella redundancia para la princesa rubia. "Mi suegro tenía un contable que se jubiló. Había cuentas de meses y de años, de quien pagaba al año". Blanca empezó a gobernar el timón de las cuentas. Baratillera cabal, abonada de la Maestranza, tendido 1, fila 13, hasta que la alejó del coso "la alergia del olivo y de los puros, el año de la retirada de Curro". Cuando cumplan la tradición de las lágrimas de San Pedro, volverán a Toranzo.

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