El Ejército de Tierra homenajeó este miércoles a la Patrona del arma de Infantería, la Inmaculada Concepción, con un acto castrense celebrado en el Cuartel General de la Fuerza Terrestre, en el edificio de Capitanía General de Sevilla. Fue un acto al que asistieron un reducido número de autoridades civiles, militares y personal de la unidad, dada la actual situación de alerta sanitaria por el covid-19. Durante el evento, se impuso la medalla conmemorativa de la operación Balmis al personal de la Fuerza Terrestre.

Imposición de las medallas de la operación Balmis.

Balmis es la operación desarrollada por las Fuerzas Armadas durante los primeros meses de la pandemia por el covid-19, con numerosas acciones de desinfección en instalaciones clave como residencias de ancianos, estaciones, aeropuertos y otros edificios estratégicos. Buena parte de estos trabajos se coordinaron desde el edificio de Capitanía.

A esta operación, que lleva el nombre del médico militar que llevó la vacuna contra la viruela a todos los rincones del imperio español a principios del siglo XIX, le siguió Baluarte, que consiste en las labores de rastreo y que también se dirige desde Sevilla. El acto estuvo presidido por el general de división Julio Salom Herrera, jefe del Estado Mayor de la Fuerza Terrestre.

Homenaje a los caídos.

La Inmaculada Concepción es la patrona de la especialidad fundamental de Infantería del Ejército de Tierra, del Cuerpo Jurídico Militar y de los capellanes castrenses. Fue declarada oficialmente patrona de la Infantería española en 1892, aunque oficiosamente era venerada y considerada como tal desde 1585.

El 7 de diciembre de aquel año, los tercios españoles derrotaron a las tropas holandesas que los habían cercado en Empel, después de que se hallara una tablilla con la imagen de la Inmaculada y se helaran las aguas del río que mantenían atrapados a los soldados españoles.