Urbanismo autoriza el hotel de cuatro estrellas de un fondo inglés en la Plaza Nueva

Urbanismo

El proyecto cuenta con 115 habitaciones y piscina y es respetuoso con el estilo racionalista que diseñó Galnares en los años 50

El edificio de La Unión y el Fénix de la Avenida será un hotel de lujo

El edificio hace esquina con la Plaza Nueva y la calle Tetuán
El edificio hace esquina con la Plaza Nueva y la calle Tetuán / José Ángel García

La parcela ya acogió en su día un hotel, el Royal. Y ahora volverá a serlo tras la licencia de obras otorgada por la Gerencia de Urbanismo. El inmueble actual fue conocido en sus orígenes como el edificio Vitalicio, el del número 13. Después fue denominado como el edificio Generali. Se trata de una construcción de 1957, de estilo modernista, obra de los arquitectos Luis Bonet y José Galnares Sagastizábal. Tiene tres fachadas: a la Plaza Nueva y a las calles Tetuán y Jaén. Consta de planta sótano, planta baja, cuatro plantas y una planta ático. Y será adaptado como hotel de cuatro estrellas con 115 habitaciones, con piscina incluida en la sexta planta con unas vistas que se presumen envidiables.

Los técnicos de Urbanismo sostienen que el proyecto no altera la geometría del edificio original, manteniendo su volumen inicial. Las fachadas exteriores del edificio mantienen su composición original, mientras que las interiores de los patios se ajustarán a las nuevas distribuciones homogenizando entre ellas huecos para mejorar su configuración y orden.

El inmueble está catalogado con el nivel de protección parcial en grado primero, representado con la letra C, por estar considerado como edificio singular. De acuerdo con esta catalogación están protegidos las fachadas, primeras crujías, escaleras, disposición de los patios y el tipo de cubierta. Consta una reforma del edificio con fecha de 1973 a cargo del propio José Galnares.

Con la reforma que se plantea, el inmueble mantiene el uso terciario que tiene asignado. Sí elimina los usos de oficina que ha acogido en las últimas décadas. Todo el edificio será para uso hotelero con locales comerciales en la planta baja. Las principales modificaciones introducidas para su adaptación al uso hotelero son la ampliación de todos los espacios que sirven de comunicación interior. Las fachadas, siempre según el proyecto, mantienen su composición original, mientras que las interiores de los patios se ajustarán a las nuevas distribuciones. En total se plantean las referidas 115 habitaciones entre las plantas primera a la cuarta, zonas comunes en la quinta planta y terraza y piscina en la sexta. La calificación de la obra es de reforma parcial.

Este proyecto supone el abandono de la planta inferior de comercios sevillanos que se han llevado más de medio siglo en sus locales, como la tienda de sastrería masculina O’Kean, que ya ha anunciado nueva ubicación junto a la Campana, o la joyería Shaw, que ya opera en otro local de la misma Plaza Nueva. A finales del pasado año el fondo de capital británico Shaftesbury Asset Management se hizo con este gran edificio por 20 millones de euros, en una operación asesorada por la consultora CBRE. Cuenta con una superficie de 6.438 metros cuadrados, de los que actualmente el 72% están destinados a oficinas en sus cuatro plantas en altura y un 27% a tiendas en su planta baja y a almacenes en el sótano.

Fachada principal en su estado actual hacia la Plaza Nueva
Fachada principal en su estado actual hacia la Plaza Nueva / José Ángel García
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