Ingeniería sevillana en Montreal

La sevillana Tecade construye el puente atirantado sobre el río San Lorenzo (Canadá), un contrato de 2 años valorado en 40 millones de euros.

Ingeniería sevillana en Montreal
Ingeniería sevillana en Montreal
Ana S. Ameneiro

12 de julio 2016 - 05:03

Su participación en la obra del nuevo puente de Cádiz le ha servido de escaparate a la empresa Tecade, netamente sevillana y con 30 años de existencia, para aumentar su cartera de pedidos internacionales enfocada a la fabricación de grandes estructuras metálicas offshore (mar adentro)y de puentes gigantes. De ahí le viene el encargo del nuevo puente atirantado de la cosmopolita ciudad de Montreal (Canadá) que está construyendo entre sus instalaciones de Los Molares y de los antiguos astilleros de Sevilla. Esta obra sobre el río San Lorenzo le reportará importantes implicaciones de cara al mercado norteamericano, ya que esta estructura es estratégica para el tráfico marítimo entre el Atlántico y los Grandes Lagos de Norteamérica.

Otro hecho clave para este contrato ha sido la reciente concesión portuaria de las gradas 4 y 5 que ha recibido Tecade en los antiguos Astilleros sevillanos y que le permite montar grandes estructuras muy cerca del agua. "Sin las gradas 4 y 5 que nos permite el acceso directo al río hubiera sido imposible este contrato por las dimensiones del puente y porque el montaje final de las piezas se hace en la grada 4", explica Juan Diego Camino, ingeniero director del departamento técnico y de producción, que nos hizo de guía.

La empresa convocó ayer a la prensa a ver de cerca, en la grada 3 de los antiguos Astilleros, la primera de esas piezas metálicas fabricadas, de 59 metros de ancho por 15 de largo y 3 de alto, que embarcará a finales de este mes hacia Canadá. Eran poco más de las diez de la mañana y parte de los 80 operarios que han trabajado durante un mes y medio en esta estructura se encontraban tomando el desayuno, sentados todos con sus monos oscuros y sus botas de trabajo y con muchas horas de trabajo en las espaldas. Poco después sonó la sirena y volvieron todos al tajo: trabajos de soldadura en su mayor parte. Las medidas de seguridad son escrupulosas.

Juan Diego Camino ofreció toda clase de explicaciones sobre la prefabricación de piezas en Los Molares y el montaje en Astilleros. Juan Diego es a su vez uno de los cinco hijos del fundador, Antonio Camino, presidente de esta empresa familiar que ha llegado muy lejos. Todos los hijos se han implicado en la dirección de un departamento de la empresa.

Tecade ha sido adjudicataria de un contrato de 40 millones de euros que incluye el suministro y fabricación de todo el puente atirantado y de 28 cajones metálicos (cada uno pesa hasta 175 toneladas) para los capiteles de las pilas que soportan todo el puente. Es decir, de estructuras para un puente de 517 metros de largo que pesan 13.000 toneladas. La empresa tiene que ejecutar el contrato en dos años (de diciembre de 2015 a octubre de 2017), calcula que necesita 500.000 horas de trabajo y una creación de 150 a 180 puestos de trabajo. Tecade ha sido subcontratada por las empresas adjudicatarias, la UTE SSLC donde está Dragados.

Hablando de los inicios de la empresa, Juan Diego explica que Tecade empezó a fabricar estructuras offshore hace ya 25 años, pero eran piezas pequeñas, y que ahora con la bajada del precio del petróleo ha caído la cuantía de contratos para ejecutar plataformas petrolíferas. Con los años han ido recibiendo pedidos de piezas de mayor tamaño.

En sus instalaciones del municipio de Los Molares, en plena Campiña, Tecade cuenta con empleados de Sevilla, Utrera, Puerto Real, Cádiz y varios puntos de Andalucía con experiencia y el 60 a 70% de la plantilla que se forma allí, en los talleres de Los Molares. Una curiosidad es que no hay empleados de este pueblo que quieran trabajar en Tecade porque se dedican mayoritariamente a las peonadas del campo. Entre otros trabajos realizados, Tecade hizo los carros para trasladar la tuneladora de la SE-40, la misma que lleva parada y sin uso desde 2012.

El desdoble de la carretera de la esclusa es una de las necesidades más urgentes para todas las empresas que se han instalado en los antiguos Astilleros de Sevilla, ya que esta vía lleva directamente a los dos puentes para vehículos de la nueva esclusa. Las obras de desdoble están ya en marcha aunque avanzan lentas por la intensidad del tráfico en esta zona. La Autoridad Portuaria de Sevilla calcula que después del verano estará renovada la carretera.

Respecto a Gonvarri, la empresa vasca que ha logrado casi todos los suelos de los antiguos Astilleros, aún no está operando allí y se espera que lo haga en 2017.

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