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De la Isla Mínima a la Galaxia Máxima

  • Novedad. En su primera novela, el productor de cine Gervasio Iglesias se adentra en los misterios del cerebro

De la Isla Mínima  a la Galaxia Máxima

De la Isla Mínima a la Galaxia Máxima / Juan Carlos Vázquez

La contrasolapa define muy bien el contenido de la primera novela de Gervasio Iglesias (Sevilla, 1966). "Epopeya química a través de paisajes alucinantes habitados por criaturas alucinadas". Eso es Enteógeno 2312 (Serie Gong), la puesta de largo en la literatura de este productor de cine que ha ganado Goyas con las películas que le produjo a Alberto Rodríguez y un Grammy en un trabajo documental que le llevó a revisar la trayectoria de artistas como Enrique Morente o Alejandro Sanz.

Se dice de la palabra enteógeno que es "sustancia que posee un poder alucinógeno que proporciona una experiencia divina según algunas creencias indígenas". En el día del Padre, el padre de esta criatura literaria tuvo la deferencia de encargarme la presentación de su obra en la Casa del Libro en cuyos aposentos ya habita. Yo busqué ese significado en el Diccionario de la Lengua. Era una edición de 1984 cuando la Academia la dirigía Pedro Laín Entralgo y era su director honorario Dámaso Alonso. No encontré la palabra pero sí sus dos mitades en una solución salomónica. Enteo significa deseo, antojo. Y geno, además de linaje, se refiere a la capacidad de engendrar o producir. Engendrar o producir deseos o antojos. El mundo de los sueños, que en la novela de Gervasio tienen la facultad de eliminar la polución y la superinformación mental.

La presentación le cogió en pleno rodaje del ciclo de películas de García Pelayo

El productor de Grupo Siete o La Isla Mínima habló de dos detonantes de esta novela. De su temática. Uno bastante remoto. Era casi un adolescente cuando en el antiguo solar de los militares donde se levantó el teatro de la Maestranza asistió en Cita en Sevilla a un concierto de Glutamato Yeyé. Allí encontró un ejemplo de paroxismo, casi de levitación. Años después, antes de la pandemia, se matriculó en un máster impartido en Berlín sobre el estudio del cerebro, lo que no sabemos de esa herramienta que nos acerca al conocimiento. "Se matricularon muchos rusos". El cerebro lo sabe todo de nosotros, pero nosotros no sabemos casi nada de él.

Ayer llegó la primavera y en la novela de Gervasio Iglesias procesiona el Resucitado con música de Morente y Camarón, de John Lennon y Freddy Mercury. Goya resucita a sus fusilados de los Desastres de la Guerra. Propicia un encuentro entre Einstein y Stephen Hawking. Le coge la presentación de su primera novela en pleno rodaje de la septalogía de Gonzalo García Pelayo.

Una de esas películas la rodaron en Kazajistán y el 23 de febrero, un día antes del comienzo de la invasión de Ucrania por la Rusia de Putin, estaban invitados a proyectarla en un festival de cine en una ciudad de Siberia. Las alarmas prebélicas afortunadamente funcionaron como alerta para suspender el viaje y evitar trastornos mayores.

Odica, la protagonista de esta epopeya química y homérica, es el Palíndromo de Ácido. Uno de los juegos secretos de su autor. Otros son homenajes puntuales. El capítulo Lluvia sobre mármol es un homenaje a Fernando Mansilla, cuya obra Canijo, Anábasis de las Tres Mil, influyó mucho en el autor; el titulado La hormiga, va para Chencho Fernández. En los días previos a la presentación murió Luzbel, cantante al que le hace dos guiños. El socio fundacional de Silvio, a quien Gervasio Iglesias delante de toda la España televisiva dedicó su Goya por La Isla Mínima.

Enteógeno 2312es un derbi de alucines entre el Duque Rojo y el Sapo Verde arbitrado por un ángel negro, que es un tributo implícito a Antonio Machín. Como buen productor de cine, se refirió a sendos productos cinematográficos que abordan esta cuestión de las diferentes capas del cerebro, de los lugares donde se instalan los mecanismos del habla, de la memoria o de los temores: una película protagonizada por George Clooney y una serie producida e interpretada por Nikole Kidman. Gervi es su simpática abreviatura con la que firma su participación como coproductor de El mundo es vuestro, que cierra la trilogía de Los Compadres.

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