El alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, considera la noche de Halloween "como la más peligrosa del año" en la ciudad, por encima de la de Nochevieja. Así lo dijo el regidor en una entrevista con la cadena COPE. Para evitar incidentes como los del año pasado, la ciudad estará blindada policialmente durante la noche del próximo 31 de octubre, en la que saldrán más de doscientos agentes más de lo previsto en el turno habitual.

Sanz lamentó que el año pasado sólo hubiera cuatro coches patrulla de la Policía Local para esa noche, al tiempo que recordó que la Policía Nacional sí había previsto posibles incidentes y reaccionó de forma muy rápida ante la acción de una pandilla de menores que sembró el pánico en Los Remedios. Para evitar que se repitan disturbios de este tipo (también hubo dos apuñalamientos en zonas de ocio), tanto la Policía Local como la Policía Nacional sacarán cien agentes más de refuerzo.

Es decir, esa noche saldrán a la calle cerca de 300 policías entre los dos cuerpos. "Será un dispositivo muy potente", dijo el regidor al término de la reunión de la junta local de seguridad, convocada precisamente para diseñar el plan de seguridad de la noche de Halloween. El alcalde recordó que el Ayuntamiento lleva tiempo controlando las fiestas, y que ese control se incrementó tras el incendio de la discoteca de Murcia. Se seguirán revisando este tipo de eventos hasta la misma noche del 31. Por el momento se han rastreado casi una treintena de fiestas, al tiempo que se vigilará especialmente la venta de artefactos pirotécnicos y de alcohol a menores.

En cuanto a la suspensión del apocalipsis zombie, Sanz explicó que la empresa a la que había sido adjudicado el servicio "no garantizaba la seguridad en algunos momentos". "Es una noche en la que hay que prever incidentes y decidimos suspender. Es una noche que se presta a ello, porque vamos disfrazados, y por tanto debemos cuidar la seguridad al extremo y que nuestros niños salgan con seguridad", apuntó el regidor, que negó que exista ninguna amenaza terrorista en Sevilla, ni para la noche de Halloween ni para la celebración de los Latin Grammy.