La Junta de Andalucía ha resuelto que la ronda SE-35 de seis a cuatro carriles que el Ayuntamiento de Sevilla proyecta construir (como enlace entre la SE-30 y la futura SE-40) es una "vía urbana" que carece del impacto de una carretera, lo que significa en principio que no precisa de un informe de impacto ambiental que sí sería de obligada redacción si se calificara como "carretera".

Así lo notificó hace días la delegación provincial de Obras Públicas y Transportes de la Junta en un informe reclamado por el Consistorio sevillano, según confirmaron a este periódico fuentes de esta consejería. Todavía falta la respuesta al Ayuntamiento por parte de la delegación provincial de Medio Ambiente de la Junta, que deberá dictaminar si la obra requiere prevenciones medioambientales más allá de las contempladas en el Plan de Sevilla (PGOU).

Esta conclusión le viene muy bien a la Gerencia de Urbanismo para agilizar la licitación de las obras del primer tramo de la vía (el arco que va desde la variante de la A-92 hasta la autovía A4 atravesando el Parque Tamarguillo de Alcosa) prevista para el segundo semestre de este año, según los últimos cálculos del concejal de Urbanismo. En 2006, sin embargo, la previsión era tener obras iniciadas en 2008. La consideración de "carretera" habría retrasado demasiado tiempo la construcción de esta vía porque el trámite del informe de impacto ambiental es más complejo.

El informe de Obras Públicas sobre la SE-35 viene a confirmar los argumentos que siempre ha defendido el Ayuntamiento de Sevilla, esto es, que se trata de una vía de interés local cuyo objetivo es conectar varios barrios entre sí y que las consideraciones medioambientales sobre este proyecto ya están contempladas en el PGOU.

Estos argumentos los expuso la Gerencia de Urbanismo este mes en un escrito enviado a la delegación provincial de Medio Ambiente de la Junta donde deja claro que, en su opinión, la SE-35 es una ronda urbana más al estilo de la avenida Carlos III de la Cartuja que de la ronda de circunvalación SE-30 y que, por tanto, no requiere un estudio de impacto ambiental. Urbanismo añadía, además, que el PGOU ya analiza el impacto de la SE-35 sobre la zona donde se construirá. En aquel escrito Urbanismo pedía, no obstante, que Obras Públicas ratificara si efectivamente esto era así, como ahora ha sucedido.

Hasta el momento, el Ayuntamiento le había dado prioridad a la construcción del tramo de la SE-35 que cruza por el nuevo parque Tamarguillo (también llamado de San Ildefonso) y conecta con la A4, así como al tramo que conecta con la Supernorte. Con este fin encargó la redacción de ambos proyectos de construcción en 2008 con un plazo de doce meses que se cumplen a finales de este mismo año.

El segundo tramo de la SE-35 que conecta con la Supernorte se quedará en el aire sin ser construido, de momento, porque el Ayuntamiento ha pactado recientemente con la Confederación Hidrográfica que esos terrenos de la zona norte de la ciudad sigan siendo inundables y, por tanto, no podrán ser urbanizados. Ese acuerdo supone que el tramo que cruza el Parque Tamarguillo sería el primero y único de los ocho de la SE-35 que saldría adelante.

La asociación Movida Pro Parque Tamarguillo reclama que se aplace la obra por considerar que un tramo aislado de la SE-35 servirá de poco para aliviar la circulación, y de paso, se salva un parque regenerado.