La sala Kafka recurre la sanción y dice ser víctima de medidas "ejemplarizantes"

Los gestores de la sala de música electrónica Kafka, radicada en el entorno de la Alameda de Hércules y sometida a una orden de clausura desde 2011 tras una intervención policial, han elevado al Ayuntamiento de Sevilla un recurso de reposición contra la resolución que confirma una sanción de dos años de cierre y 30.000 euros de multa a cuenta de cinco infracciones graves detectadas entonces. En su recurso de reposición, la sala dice ser víctima de una sanción "ejemplarizante" omitida para "otras actividades" similares.

Según las alegaciones promovidas por los gestores de la sala en el marco del expediente sancionador incoado por el Consistorio, el Ayuntamiento hispalense atribuye a este local de la calle Faustino Álvarez cinco supuestas infracciones graves, como son la superación del aforo al ser cuantificadas 258 personas cuando la licencia solo permitía 115, el incumplimiento del horario de apertura, la obstrucción de la salida de emergencia, el consumo de tabaco en el interior del local y la localización de un menor de edad consumiendo alcohol en el interior.

La sala sostenía en sus alegaciones, desestimadas a través de la mencionada resolución de fecha 17 de abril, que "la simple superación del aforo no conlleva el riesgo que cualifica la sanción como muy grave", sobre todo cuando el local cuenta con "una capacidad de aforo muy superior al límite otorgado". Por eso, la sala proponía que el expediente sancionador aminorase la sanción de 5.000 a 300,51 euros.

En cuanto al supuesto incumplimiento del horario de cierre, la sala pedía la "nulidad" de la infracción, pues goza de licencia de apertura hasta las 03:00 horas, el boletín denuncia está fechado un viernes a las 04:00 horas y las normativas permiten "cerrar una hora más tarde" los viernes, sábados y vísperas de festivo a este tipo de establecimientos. Acerca de la supuesta obstaculización de la salida de emergencia, la sala alegaba que el equipo de aire acondicionado motivo de esta infracción "no bloqueaba ni impedía" el uso de la salida de emergencia.

Por lo que se refiere al descubrimiento de "120 cigarrillos encendidos" entre los clientes de la sala la noche de la inspección, las alegaciones avisaban de que la supuesta infracción "resultaría atípica", porque "no se acredita el requisito de permisividad exigido por la norma". "En último extremo, debería calificarse como leve y bastaría con el apercibimiento para limitar la posible y futura extensión de la conducta", señalaba la sala Kafka en sus alegaciones. Finalmente, en cuanto al menor descubierto consumiendo alcohol en el interior del negocio, la sala alegaba que no habría quedado acreditado que los responsables de la sala "permitiesen" dicho acto.

Después de que el Ayuntamiento haya desestimado estas alegaciones y haya confirmado la sanción de dos años de cierre y la multa de 30.000 euros propuesta en el expediente sancionador, los gestores de la sala han entregado al Consistorio un recurso de reposición en el que reclaman la "anulación" de las sanciones impuestas o "su aminoración" en caso subsidiario. El recurso de reposición, insiste en los argumentos de las alegaciones y, por ejemplo, no considera acreditado que el negocio "permitiese conscientemente" que el menor aludido consumiese alcohol, toda vez que los efectivos policiales "actuaron inicialmente en horario de apertura".

En cuanto a los clientes que fumaban en el interior del establecimiento, la sala defiende la "imposibilidad" de "proscribir" esta práctica por "carencia de medios legales" y los posibles "conflictos de seguridad" derivados de la "expulsión masiva de clientes infractores". "Si se persiguiese la misma conducta con el mismo resultado de clausura, todos los locales de la noche de Sevilla se encontrarían clausurados por dos años", avisa el texto del recurso de reposición. "Parece ejemplarizante cerrar este local por dos años, lo que no se ha hecho con otras actividades de la zona que incluso han celebrado conciertos no teniendo licencia y con el patrocinio del propio Ayuntamiento", concluye el recurso, que además no pasa por alto la "pasividad" de las autoridades locales ante fenómenos como el del botellón pese a las leyes que rigen en esta materia.