Limpieza

Lipasam revisa la ordenanza de limpieza para endurecer las sanciones

Dos trabajadores de Lipasam limpian unas pintadas en la fachada de un inmueble en la plaza Europa.

Dos trabajadores de Lipasam limpian unas pintadas en la fachada de un inmueble en la plaza Europa. / M. G.

La limpieza es una de las principales piedras que se ha encontrado Antonio Muñoz en la gestión de la ciudad desde su llegada a la Alcaldía a principios de año. Un problema que reconoce cada vez que se le pregunta y para el que ha puesto en marcha varias medidas en Lipasam, como el refuerzo de la plantilla o la contratación de un servicio especializado de limpieza de manchas incrustadas en el pavimento que no pueden ser eliminadas con los medios habituales. Ahora toca una nueva vuelta de tuerca.

La empresa municipal de limpieza ha iniciado el procedimiento de revisión de la ordenanza municipal de limpieza pública y gestión de residuos municipales que fue modificada por última vez en el año 2014. Este proceso se abre con un triple objetivo: introducir mejoras en el funcionamiento de los servicios municipales, principalmente con la Policía Local; incorporar nuevas medidas en materia de economía circular y recogida selectiva acordes con el nuevo marco legislativo; y realizar ajustes en el marco de infracciones y sanciones administrativas para perseguir conductas y acciones incívicas.

La comisión ejecutiva de Lipasam aprobó el pasado viernes iniciar este proceso de modificación de la ordenanza que se abrirá con una consulta pública previa, como es preceptivo, para a continuación elevar una propuesta normativa a la junta de gobierno local que finalmente pueda ser aprobada por el Pleno del Ayuntamiento.

El primer objetivo de la revisión de la normativa es actualizar aspectos relacionados con la limpieza viaria y los servicios de recogida de residuos municipales y la adaptación de manera continua a la nueva realidad de la ciudad. La normativa municipal regula en este sentido cuestiones como el proceder de los servicios municipales ante las pintadas vandálicas o la respuesta ante eventos y actividades que se realizan en la vía pública que pueden ser actualizados en este proceso.

En segundo lugar, y acorde con el objetivo de mejorar la situación de limpieza de la ciudad, se analizará el capítulo correspondiente a las infracciones y a las sanciones correspondientes por conductas incívicas para actualizar las definiciones y evaluar un posible endurecimiento de las medidas ante algunas de las infracciones con más incidencia sobre la limpieza y conservación de la ciudad. En estos momentos, la normativa permite aplicar sanciones de hasta 750 euros por infracciones leves, hasta 1.500 euros por infracciones graves y hasta 3.000 por las muy graves. No obstante, lo más habitual son las infracciones leves a las que se aplica un importe de 200 euros. Se analizará por tanto la catalogación de la gravedad de cada una de las infracciones dando cumplimiento así además al acuerdo plenario del mes de julio.

Por último, la normativa se adaptará a la Ley 7/2022 de residuos y suelos contaminados para una economía circular incorporando la actualización de situaciones y medidas en materia de recogida selectiva y gestión de los residuos dentro de una estrategia de ciudad más sostenible y comprometida con la lucha contra el cambio climático.

Lipasam habilitó en noviembre del año pasado una unidad específica para centrarse en la retirada de pintadas vandálicas de forma que se pueda ejecutar una programación planificada, con seguimiento y evaluación permanente, de intervenciones. Los socialistas reconoces que “las pintadas vandálicas son un problema en muchos barrios y de todas las grandes ciudades”.

Un operario de la empresa de limpieza pinta una pared repleta de grafitis. Un operario de la empresa de limpieza pinta una pared repleta de grafitis.

Un operario de la empresa de limpieza pinta una pared repleta de grafitis. / M. G.

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